El presidente de FIFRA, Daniel Urcía aseguró que la crisis económica se profundizó considerablemente a partir de la pandemia y eso incidió directa y negativamente en la demanda interna de carne.

Al inicio de la pandemia, la faltante de productos y las especulaciones de desabastecimiento generaron un boom de demanda que incrementó los precios. Sin embargo, una vez disipados los miedos de desabastecimiento, los precios bajaron por la notable oferta, consecuencia de la continuidad en la producción ganadera que no obtuvo la demanda esperada debido al menor poder adquisitivo de la mayor parte de la población, padeciendo así el mismoefecto parate que otros sectores de la economía.

El sector ya comenzó a sentir los efectos de la crisis.

La baja promedio entre junio y mayo, según lo que estimaron desde FIFRA, fue de 0,6% "aunque podría ser mayor si se considera la inflación". Para Daniel Urcía, estos indices negativos son preocupantes, ya que son la prueba de que "el sector ya comenzó a sentir los efectos de la crisis" y que "en un futuro se podrían comenzar a ver problemas de atraso en los pagos, como consecuencia de la caída de la actividad o por la ruptura de la cadena de pagos".

"El volumen de faena disimula la escasa rentabilidad de las plantas. La oferta de animales fue buena el mes pasado aunque el promedio de faena diario de junio fue levemente inferior al de mayo", aseguró Urcía, a la vez que detalló que gran parte de la faena "tiene como destino la exportación principalmente a China, que conforman el 90% del total de las exportaciones de carne vacuna".

Por primera vez en la historia, durante el primer semestre del año las exportaciones superaron las importaciones.

Por primera vez en la historia, destacó el titular de la entidad, durante el primer semestre del año las exportaciones superaron las importaciones; hito apoyado principalmente en la demanda del gigante asiático, ya que por parte de la Cuota Hilton se registraron menores indices de demanda por la crisis derivada de la COVID-19.

Por último, Urcía hizo una aclaración en respuesta a la preocupación que se generó por las restricciones de exportación impuestas por China a los países exportadores de alimentos, como fue el caso de algunas plantas frigoríficas de Brasil, en las que luego de registrarse casos positivos entre el personal, decidieron revocarle el permiso de exportación. "Esta acreditado científicamente que la supervivencia del virus en superficies no supera en el máximo de los casos de 4 días (las mercaderías están más de 40 días en tránsito) y que tampoco se trasmite por el consumo de los alimentos, según definiciones de OMS y FAO". Por lo tanto, de acuerdo al titular de FIFRA, "se puede considerar que se trata medidas para-arancelarias o extrañas al comercio las decisiones adoptadas por el país importador".

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