El presidente de la Nación, Alberto Fernández, habló en el cierre del 57° Coloquio IDEA, luego de tres jornadas que reunió a referentes del sector público y privado: empresarios, políticos, dirigentes gremiales, organizaciones sociales y hasta el Papa Francisco envío su mensaje.

El evento que se realiza en el predio de Costa Salguero en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, constituye un punto de encuentro de destacada trayectoria para el mundo empresarial argentino y este año, según las palabras de Roberto Murchison, presidente de IDEA, el "elemento rector es buscar generar más trabajo y erradicar la pobreza a través del trabajo".

"Fuimos combatientes contra un virus de una letalidad enorme que se propago por el mundo con una velocidad inusitada", comenzó su discurso Fernández. "Somos sobrevivientes", dijo y esto le dio pie para iniciar una reflexión de cara al futuro de la Argentina que todos deseamos : "Una nueva sociedad donde el desarrollo sea constante, donde los desequilibrio estructurales desaparezcan y donde la justicia social deje de ser una consigna y empiece a convertirse en una realidad". De este modo convocó a todos los presentes y todos los argentinos a "unir esfuerzos" y manifestó: "Trabajo todos cada día para la unidad del pueblo".

Sobre los desencuentros y la necesidad de consensos continuó diciendo: "Somos una sociedad con bandos en pugna, tirando cada uno de una punta de la soga para su lado, ese modo solo logramos que las fuerzas no se sumen, sino que se contrarresten, inmovilizándonos como sociedad". Y convocó a la unidad: "Ya es hora de que tratemos de profundizar nuestros acuerdos y minimizar  nuestras diferencias. No se trata de unificar ideas, la democracia exige respeto a la pluralidad, pero como en una orquesta cada uno tocando el instrumento que le toca en el tiempo que le corresponde".

A continuación, habló de la importancia para su gestión de gobierno de la creación de empleo, en contraposición a la asistencia del Estado que calificó como un "paliativo para sobrellevar la pobreza", una medida provisoria, y destacó la necesidad de que "cada argentino pueda ganar el sustento para su familia". En ese marco, hizo un breve racconto sobre el comienzo de los planes sociales con el Plan Jefes y Jefas de Hogar cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner en 2003. En ese momento, se entregaron más de 2 millones de planes asistenciales, pero 7 años después, al dejar la presidencia Kirchner, se redujeron a 400 mil. Durante las presidencias de Cristina Fernández de Kirchner, los planes siguieron disminuyendo, y en diciembre de 2015 había menos de 200 mil. Finalmente, con el mandato de Mauricio Macri, se cuadruplicaron, contando con casi 800 mil al dejar la presidencia a fines de 2019. A lo que se su sumó "la apertura indiscriminada de las exportaciones, la caída del consumo y el cierre de 23.00 pequeñas y medianas empresas" que generaron "incremento importante de la desocupación y de la pobreza".

Por eso, dijo el presidente Alberto Fernández: "Lo que quiero decir es que si algo caracterizó al espacio político que hoy gobierna la Argentina es la promoción de la inversión empresaria y la creación del empleo". De ahí, la razón de ser del "decreto marco que permite que los que hoy son beneficiarios de planes sociales puedan ser empleados en la actividad privada sin perder ese derecho", explicó y enfatizó: "Necesitamos impulsar el empleo registrado (...) De este modo, estaremos combatiendo frontalmente a la pobreza que hoy ha sumido a millones de familias argentinas".

Destacó el avance de sectores económicos, en la conversión de planes sociales en trabajo genuino: el sector de los trabajadores rurales, la construcción y el rubro de los gastronómicos y la actividad hotelera.

"Nosotros siempre hemos cuidado el empleo formal, la Asignación para el Trabajo y la Producción es un prueba cabal de lo que digo", asi como también los Programa de Recuperación Productiva (REPRO).

Pero, "crear empleo es algo que también debemos abordar en forma conjunta" y siguió en el orden de temas con el debate que se generó especialmente desde los dirigentes políticos de la oposición sobre la indemnización laboral. "No debemos ver al trabajo como un costo, sino como una inversión", enfatizó el presidente de la Nación. Y mencionó al recientemente premiado como Nobel de Economía, David Card, quien escribió sobre los efectos de la indemnización en Austria. de su estudio,  concluyo que las indemnizaciones tiene efectos positivos. "Lo mas importante del aporte de Card es que demostró que el sistema laboral con mayor o con menor flexibilidad en nada altera el comportamiento del trabajador; así se concluye que no es cierto que los trabajadores con mayores derechos se vean incentivados a ser despedidos", señaló Fernández.

Sobre este tema señaló que las medidas de suspensión de despidos y doble indemnización, llevadas adelante por su gestión, son medidas de excepción y como tales, "no van a sostenerse en el tiempo". Destacó también las políticas que se llevaron adelante de incentivo al trabajo y de reducción de las cargas patronales, relacionadas al empleo joven, como el Plan Te Sumo y otros programas de empleo y formación profesional, y la economía del conocimiento donde también se han eliminando retenciones (derechos de exportación).

Habló también del "problema de la deuda". En ese sentido, recordó los acuerdos alcanzados como la reducción de la deuda privada en más de 37.000 millones de dólares y las negociaciones en vilo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar el crédito contraído durante la gestión de Mauricio Macri con esa entidad financiera; con el objetivo de convertirla en una deuda que sea sostenible, y que no hipoteque el crecimiento del país. Mencionó el proceso de sobre endeudamiento por el gobierno de Cambiemos en 57.100 millones de dólares (un 11 % del PBI en ese momento) otorgado en medio de "fuga de divisas". "Debemos crecer, acumular reservas y empezar a cumplir", en ese sentido advirtió: "Los que hoy proponen tomar mas crédito para pagar ese crédito, son los mismo que contrajeron esa deuda".

También habló de los precios y del incremento de la canasta familiar. Sobre esto manifestó: "Seremos inflexibles en esta materia. El pueblo argentino no puede ser victima de la especulación de algunos", en referencia a la política de precios para el mercado interno. Y sentenció: "Una sociedad en la cual unos pocos ganan y millones pierden, no se parece a una sociedad, sino más bien a una estafa".

Finalmente se dirigió a los empresarios y manifestó: "Argentina necesita empresarios que sean los primeros trabajadores"y resaltó la importancia del diálogo y el trabajo conjunto: "Debemos escuchar y debatir para encontrar acuerdo", pues "la pandemia nos enseñó que nadie se salva solo".

"Necesitamos de los empresarios, emprendedores, trabajadores, sin lobby y con creatividad, sin especulación y con producción, sin codicia y con solidaridad", cerró el presidente de la nación Alberto Fernández.

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