Alerta amarilla por rama negra
Aapresid emitió una alerta amarilla por una posible resistencia múltiple de un biotipo de rama negra del Norte de Buenos Aires a cuatro sitios de acción.
Por Redacción El Agrario | 13-05-2020 04:30hs
La “rama negra” (Onyza Symatrensi), según la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), es la maleza más extendida por todo el país ya que se ha detectado en el 99 por ciento de la superficie agrícola nacional. Esta semana Aapresid emitió una alerta amarilla por una posible resistencia múltiple de un biotipo de rama negra del Norte de Buenos Aires a cuatro sitios de acción.
La resistencia a glifosato (confirmada hace más de 5 años), está ampliamente distribuida, mientras que la resistencia a inhibidores de ALS, que se confirmó el año pasado en un biotipo del sur de Santa Fe, se encuentra en expansión. Ya hay sospechas de esta resistencia en otras zonas como el sudeste de Santiago del Estero, el sur de Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires.
La resistencia a los inhibidores de ALS fue confirmada en 2019 por investigadores de la UNR, quienes trabajaron con tres de las cinco familias de herbicidas pertenecientes a este grupo (imidazolinonas, triazolpirimidinas y sulfonilureas) en post-emergencia, es decir con la maleza en estado de roseta.
Nos encontramos ante una nueva alerta amarilla de sospecha de resistencia para la Red de manejo de plagas (REM).
Ahora, el equipo conformado por los consultores Alejandro Bagnolo, Eduardo Cortés y Marcos Mitelsky y el investigador Ignacio Dellaferrera (CONICET y FCA UNL), trabajó con un biotipo del norte de Buenos Aires y volvieron a confirmar esta resistencia, pero en preemergencia. La resistencia en este estadio es muy preocupante ya que esta práctica es ampliamente utilizada para el control de Rama negra en barbechos de invierno, en los cultivos de invierno como trigo y cebada y en soja.
El equipo fue más allá y, ante los escapes visualizados a campo, vienen trabajado con otros herbicidas post-emergentes de amplio uso en Rama negra como Glifosato, los hormonales 2,4D y Dicamba y el inhibidor de PPO Saflufenacil. En estos casos evaluaron que las dosis necesarias para el control del 80% de la biomasa estuvieron por encima de las dosis de uso recomendadas, encontrándose estos activos al borde de la pérdida de efectividad. Así, nos encontramos ante una nueva alerta amarilla de sospecha de resistencia para la Red de manejo de plagas (REM). Estos herbicidas se usan ampliamente para controlar Rama negra en los barbechos y – en el caso de los hormonales citados – aún dentro de los cereales de invierno.
Se recomienda monitorear los lotes con mayor frecuencia luego de la aplicación de estos activos con sospecha para detectar fallas de control.
Por otro lado se recomienda monitorear los lotes con mayor frecuencia luego de la aplicación de estos activos con sospecha para detectar fallas de control y poder actuar en consecuencia, más aún en aquellos que se sembrarán con cultivos de invierno. En macollaje de trigo el monitoreo tiene que ser más activo y preciso, debido a la ventana de acción que nos permite controlar escapes o nacimientos. Si hay sospechas de resistencia a ALS y ya se ha aplicado un residual del mismo mecanismo de acción, no sería recomendable aplicar nuevamente un herbicida ALS.
Rama negra causó muchos problemas a los productores hace algunos años, pero cambiando el manejo se logró convivir con ella y mantenerla a raya. Con la aparición de la resistencia a ALS y de confirmarse estas nuevas sospechas, todo hace suponer que se posicionará nuevamente como una de las más difíciles en los años venideros, informaron desde Aapresid.
Se puede ver el informe completo en Aapresid