El Instituto Argentino del Agua (INA) emitió un alerta por bajante y reportó que se espera “un agravamiento de la bajante en el río Paraná”. De acuerdo a la tendencia marcada por el Instituto, todo el tramo del Río Paraná en territorio nacional registraría “niveles similares a los registrados en el año más bajo de la historia registrada: 1944”.

Además, los pronósticos no son alentadores, “no se espera una mejora sensible en los próximos meses. El mes de julio será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano, detallaron desde el INA.

Al momento la confluencia del Paraná con el río Paraguay registra una "bajante extrema" que comenzó a principio de junio y se extenderá a lo largo de varias semanas. El domingo, en la unión de los ríos se registraron alturas de 0,38 metros en Corrientes y 0,42 metros en Barranqueras, en el orden de 1,40 metros "por debajo del pico del repunte y también por debajo de los promedio semanales", informaron.

Según Juan Carlos Bertoni, presidente del organismo científico tecnológico descentralizado, "a menos que se registre un cambio muy sustancial en materia meteorológica, que no está previsto, la situación se prolongaría hasta avanzada la primavera". El funcionario no descartó para los próximos meses, "restricciones a los usos no indispensables del agua".

La situación amenaza el normal desarrollo de la actividad de la zona del Gran Rosario, en el polo sojero más importante del mundo por donde y a través de la hidrovía se despacha el 80% del comercio exterior nacional. 

Alfredo Sesé, Secretario Técnico de la Comisión de Transporte e Infraestructura de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), explicó: “Este año lamentablemente seguimos con una situación similar a la del año pasado. Centímetros más o centímetros menos, estamos en una bajante muy pronunciada". La escasez de agua es el principal el motivo. “En 2019 aquí no se notó, pero sí 2020 y los pronósticos para lo que resta de 2021 indican que no vamos a tener una mejora, en particular en este trimestre que tradicionalmente es de poca agua y bajan los caudales en la Cuenca del Plata”, detalló el especialista.

Con respecto a las trabas comerciales que esto genera, Sesé indicó: "Hay una disminución en la capacidad de carga de los buques de ultramar. Al día de hoy estamos hablando de 4 pies menos de lo que podría ser el normal, es decir, representa una merma de hasta 10.000 toneladas por buque. Esto también dificulta y ralentiza toda la logística”. De todos modos, aclaró que no habría afectación en el cumplimiento de las obligaciones contractuales, sino la necesidad de incurrir en mayores costos, para hacer frente con los compromisos asumidos.

“Hablamos de un perjuicio de un 25% menos de la capacidad de carga. El año pasado la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR estimó un sobrecosto logístico del orden de los 240/250 millones de dólares en un año. No creo que este año sea muy diferente, pero hay que esperar el desenvolvimiento de toda la campaña”, señaló el especialista de la BCR.

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