En esta nueva puja de idas y vueltas de advertencias, las entidades agropecuarias, que integran la Mesa de Enlace, salieron al cruce de los dichos de Alberto Fernández. Este domingo, Fernández habló sobre "subir las retenciones o implementar cupos de exportación" como estrategia para controlar los precios en el mercado interno.

Frente a esto, los dirigentes de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro, Federación Agraria y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), responsabilizan al Gobierno de desatar un nuevo conflicto con el campo. Este lunes, a través de un encuentro, los dirigentes representantes de las entidades mencionadas resolvieron solicitar una audiencia con el presidente  para hablar sobre sus propuestas frente al problema de los precios.

Tal es así que Fernández recibirá el miércoles próximo en la Casa de Gobierno a los integrantes de la Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias. La reunión, prevista para las 15.30, se agendó horas después de que las entidades del campo solicitaron una audiencia con el Presidente.

Los dirigentes rurales no tardaron en hacer eco de rechazo antes las posibles medidas anunciadas por Fernández.  Mientras que desde el Gobierno aseguran que la suba de precios se debe a la especulación del sector y a la imposición en el mercado interno de los parámetros internacionales, lo que se regularía con retenciones y cupos de exportación, los referentes del campo aseguran que son justamente los impuestos los que encarecen los productos.

Mediante un comunicad de prensa expresaron su "más absoluta consternación" frente a las palabras del mandatario donde "acusa a todos los productores argentinos y al campo en general de ser los responsables del aumento de los precios y los amenaza con implementar un aumento de retenciones o cupos de exportación, dos medidas devastadoras para la producción".

Y en este sentido profundizaron: "Pocas veces en la historia democrática se vio a un Presidente dirigirse tan injustamente a millares de argentinos por el solo hecho de llevar a cabo una actividad lícita y noble, como es la producción de alimentos. Peor aún, amenazarlos públicamente frente al resto de sus compatriotas y al mundo, a partir de una acusación sin ningún tipo de fundamento, humillándolos, una vez más, con una actitud que no se condice con su investidura ni con la debida mesura e imparcialidad que debe exhibir la máxima autoridad de la Nación".

"Mientras otros gobiernos destacan el rol de sus productores, el nuestro nos vapulea y enfrenta al resto de la ciudadanía".

Las entidades ya vienen de una desgastada relación con el Gobierno; en enero pasado tres de las patronales de la Mesa de Enlace hicieron un paro por 72 horas, en rechazo de la decisión oficial de cerrar las exportaciones de maíz, medida que luego fue revisada y que terminó el levantamiento de la medida de fuerza. Hoy salen a explicar que "la actividad incide ínfimamente en el precio final de los alimentos. En su composición impactan muchísimo más los costos provenientes de otros eslabones de la cadena y, sobre todo, del Estado, a través de los impuestos y tributos. Por lo tanto, sería mucho más fácil para el Gobierno eliminar o reducir esos impuestos –incluso en forma segmentada si lo quisiera- que fijar nuevas alícuotas o cupos a la exportación, tan necesaria por cierto para la generación de divisas y la creación de empleo”.

En el documento, titulado “Retenciones: una medida devastadora para la producción”, la Mesa de Enlace sostuvo que “la gran mayoría de los argentinos valora la actividad de los productores y el hecho de que aun en plena pandemia continuaron produciendo y trabajando, arriesgando su salud y la de sus familias. Mientras otros gobiernos destacan el rol de sus productores, el nuestro nos vapulea y enfrenta al resto de la ciudadanía”.

Además, manifestaron sobre el inapropiado momento de los dichos trascendidos:  “Estamos convencidos que exacerbar el ánimo de los productores es un gran error, especialmente en un momento en que se requiere mayor producción para poder mantener abastecidos los mercados en época de pandemia justamente a precios accesibles”.

“Por momentos pareciera que a muchos funcionarios la ideología les impidiera entender una de las leyes básicas de la economía de Argentina y cualquier parte del mundo: a mayor oferta, menor precio” concluyeron.

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