El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyP) aprobódurante la tarde del 7 de octubre el uso de la tecnología HB4® para el cultivo de trigo, desarrollada por un grupo de biólogas y biólogos moleculares e investigadoras/es argentinas/os bajo el mando de la investigadora Dra. Raquel Chan, Directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), perteneciente a la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en colaboración con la empresa argentina Bioceres.

La tecnología aprobada recientemente, permitirá obtener semillas tolerantes a la sequía que minimicen las pérdidas de producción, mejoren la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés hídrico y den mayor previsibilidad a los rindes por hectárea.

La cosecha podría alcanzar las 19 millones de toneladas, dadas las garantías que brindaría el cultivo de semillas genéticamente modificadas.

Si bien la comercialización del trigo HB4 ya está aprobada en Argentina por el MAGyP, la distribución todavía está pendiente de la aprobación de Brasil, país que es el principal importador de ésta tecnología.

Con la aplicación de este descubrimiento, la cosecha podría alcanzar las 19 millones de toneladas, dadas las garantías que brindaría el cultivo de semillas genéticamente modificadas. Las variedades de trigo HB4 son desarrolladas por TrigallGenetics, un joint-venture entre Bioceres y FlorimondDesprez de Francia, una de las empresas líderes a nivel mundial en genética de trigo.

El cultivo con tecnología HB4, "no presenta riesgos significativamente diferentes a los del cultivo convencional".

En relación al descubrimiento, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza aseguró que "la pandemia demostró la necesidad de tener un sistema científico tecnológico consolidado para dar respuestas", a la vez que agradeció y felicitó a los y las científicas que lo hicieron posible.

La responsable del descubrimiento, Raquel Chan, de la UNL, se refirió al desarrollo y dijo que es "la culminación de un largo recorrido en el que trabajamos codo a codo con la empresa Bioceres y en el que logramos priorizar los intereses del país para generar algo que va a ser pionero a nivel mundial”.

El descubrimiento "lleva la ciencia argentina a lo más alto del mundo en la biotecnología agrícola".

En tanto, la Comisión Nacional de Bioteconología Agropecuaria (CONABIA), destacó que el cultivo con tecnología HB4, "no presenta riesgos significativamente diferentes a los del cultivo convencional", llegando a la conclusión de que el trigo es inocuo para la alimentación humana y la animal.

Por su parte, Federico Trucco, CEO de la empresa Bioceres, aseguró que el descubrimiento "lleva la ciencia argentina a lo más alto del mundo en la biotecnología agrícola" y pone en escena a nuestro país en el "proceso de transformación tecnológica a nivel internacional".

El trigo HB4 atraviesa ahora el proceso desregulatorio en Estados Unidos, Uruguay, Paraguay y Bolivia; y se encuentra en preparación para Australia y Rusia y países en Asia y África.

Los informes del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario demostraron que las mejoras del rendimiento en promedio, en situaciones de sequía, ronda un 20% en relación al cultivo tradicional. El desarrollo tecnológico de éste tipo de semillas podría ser la clave de cara al contexto mundial de cambio climático que genera que fenómenos como las sequías sean más frecuentes.

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