El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyP) junto al Consejo Federal Agropecuario (CFA), el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) y la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) formalizaron la declaración conjunta por una Argentina "líder mundial en producción agrobioindustrial sostenible" para alcanzar "los objetivos plasmados en el Acuerdo de París, los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y la Agenda 2030" en materia medioambiental.

El documento en el que las partes intervinientes llevan trabajando juntos más de una semana, surgió a pedido del presidente Alberto Fernández, para presentar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), que comenzará el próximo domingo 31 de octubre en Glasgow, Escocia. Esta declaración compromete a los actores del sector a "fortalecer la adaptación de nuestro sistema productivo” con el objetivo de disminuir los impactos que pueden generarse en el medioambiente, intensificando de manera sostenible la producción.

Asimismo, en línea con las recientes declaraciones del ministro Julián Domínguez sobre defender “al corazón del sistema productivo de la Nación”, la declaración afirma que "lejos de ser el problema, la agro-bio-industria es parte de la solución a los desafíos de sostenibilidad que nos presenta hoy la agenda internacional".

Acerca de la ganadería, una de las actividades más cuestionadas a nivel mundial respecto a su incidencia en el calentamiento global, los firmantes remarcan que el modelo extensivo empleado en nuestro país es “altamente seguro en términos sanitarios, eficiente en materia de bienestar animal y en términos ambientales”. Remitiéndose a la evidencia científica manifiestan que el sistema productivo de naturaleza extensivo-pastoril “demuestra que la captura y secuestro de carbono compensa largamente las emisiones” de gases de efecto invernadero (GEI).

En ese sentido destacaron que "Argentina es un país acreedor en términos ambientales" ya que la producción del campo y su industria tienen la capacidad de prestar servicios ecosistémicos que mitigan el cambio climático. Al respecto, también aclararon que no todos los países deberían tener las mismas responsabilidades: "Existen países que tienen una responsabilidad histórica y actual por la degradación ambiental y, por ende, son esos los que deben liderar el proceso de mitigación, así como proveer los medios económicos para que otros se adapten. Según el último inventario global del Banco Mundial (2018), casi el 60% de los gases de efecto invernadero son emitidos por tan sólo 5 países, mientras que Argentina sólo emitió el 0,7% del total", completaron.

Entre los compromisos interinstitucionales asumidos por los firmantes se destacan “producir alimentos de forma sostenible, respetando el equilibrio entre los 3 pilares (económico, social y ambiental)"; y trabajar "con las cadenas de valor para aportar soluciones que propicien la mitigación de emisiones de GEI y la carbono neutralidad".

También repararon en que "el sistema científico-tecnológico público y privado de la Argentina (junto con la región) debe seguir demostrando de forma consistente que ofrece soluciones eficientes (adaptadas localmente) a los desafíos que presenta la sostenibilidad y los escenarios de vulnerabilidad productiva frente al flagelo del cambio climático, las cuales han sido adoptadas por el sector productivo".

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