Argentina se destacó, entre varios países, por su bajo índice de mortalidad de las personas respecto a la ola de contagios por coronavirus durante el periodo de pandemia 2020 .El análisis surge de las estadísticas lanzadas porOur World in Data, uno de los sitios más confiables para seguir datos y resultados empíricos que muestran el cambio en las condiciones de vida y el fallecimiento de las personas en todo mundo. En esos datos, ¿cómo se desenvolvió nuestro país para hacerle frente a la COVID-19?, ¿cómo se sigue, es necesario una tercera dosis?  

Este sitio compara la cantidad de fallecimientos de los años anteriores con los de 2020. Así, se puede conocer el número de fallecidos que se produjeron en el primer año de pandemia, el cual claramente, está por encima del promedio de los años anteriores, pero no es tan negativo, en la Argentina, como el promedio de otros países. Argentina tuvo un 12,6 % más de muertos que en el promedio de los cinco años anteriores -2015 a 2019, y esto ubica al país por debajo del exceso de mortalidad mundial que se estableció en 14,3 %. Es necesario considerar que ese número muestra las muertes por COVID, pero no significa que su totalidad dependa de dicha enfermedad.

Si bien es una realidad que la pandemia se llevó muchas vidas y tuvo fuerte consecuencias en la economía, ¿Por qué Argentina pudo amortiguar un poco más el impacto de fallecidos que otras naciones? Tal como argumentaron en reiteradas ocasiones las autoridades sanitarias de la Nación, se aplicó la política estatal de multiplicar las camas y los respiradores a tiempo. Fue el propio presidente de la Nación, Alberto Fernández, quien en todos sus discursos reiteró que, basados en experiencias de otros territorios, se jugó con una herramienta aliada y fundamental que fue "contar con tiempo". De esta forma, se pudo atender los casos críticos junto con una cuarentena que, en un principio, fue muy estricta.

Además, más allá de existir un decreto que imponía cumplir el aislamiento social, preventivo y obligatorio y las fuertes campañas de concientización que se trabajaron desde Nación, el Gobierno apostó a la “responsabilidad colectiva” y la “conciencia individual” para evitar la propagación del virus y disminuir así la fuerte ola de contagios. También, a pesar de algunas diferencias políticas e ideológicas que surgieron en el camino, Nación, Provincia y Ciudad, se unieron para hacerle frente al virus y celebraron el gran trabajo de todo el personal de salud con el que cuenta el país.

Luego de meses de incertidumbre, se avanzó -a nivel internacional- con vacunas que le hacían frente al coronavirus. Las negociaciones entre Fernández y sus pares de otras naciones comenzaron a tomar cada vez más protagonismo para que se le pueda dar luz verde al inicio del plan estratégico de vacunación más grande la historia. Rusia, China, Estados Unidos, y México hoy están a la cabeza entre los países con los que se trata para que continúen llegando las dosis y a esto se le suma que el laboratorio argentino Richmond se encuentra produciendo componentes de la Sputnik V en Argentina.

¿Se viene una tercera dosis?

La variante Delta marca cada vez más presencia en todo el mundo, y por tal motivo, Estados Unidos, Turquía, Israel, Brasil, Chile y Uruguay comenzaron a aplicar una “dosis de refuerzo”. Esta tercera vacuna, en algunos territorios se aplica solamente a las personas de riesgo o según franja etaria, mientras que otros apuntan a toda la población. Más allá de que la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que aún no hay evidencia sobre la necesidad de este refuerzo, ya varios países ven con buenos ojos la iniciativa y comiencen a proyectar hacer lo mismo. No se está aplicando cualquier dosis, los laboratorios que toman la delantera en este accionar son Pfizer y Moderna. Desde dicho sector argumentan que la eficacia de sus vacunas disminuye con el tiempo, por lo tanto, una tercera dosis aumentaría el número de anticuerpos.

¿Qué pasa en Argentina?

La ministra de Salud Carla Vizzotti manifestó recientemente que "no es todavía predominante la Delta pero ya está cerquita de ser comunitaria". Este avance preocupa al Gobierno, pero,respecto a la posibilidad de aplicar una tercera dosis  la responsable de la cartera sanitaria sostuvo que "no es el momento de pensar en eso en la Argentina".

Por su parte, su par bonaerense,Nicolás Kreplak,fue un poco más lejos y expresó en una conferencia de prensa que "parece una campaña de venta de algunos laboratorios". "No tenemos información sanitaria que estimule una tercera dosis. La OMS no la estimula. En la Provincia de Buenos Aires, no estamos pensando que la tercera dosis sea una realidad a llevar adelante", completó el funcionario.

Respecto al tema, quien se mostró en desacuerdo con Vizzoti y Kreplak, fue Fernán Quirós. El ministro de salud porteño, aseguró que "decididamente sí hará falta aplicar una tercera dosis” en algún momento, aunque sostuvo que ese es aún "un debate extemporal" en el país, ya que todavía no se completaron todos los esquemas.

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