Un estudio realizado en Brasil por expertos en el tema, plantea la problemática de continuar con las malas prácticas ambientales como la deforestación. Actividad que con extrema inconsciencia por parte del hombre, atenta contra su propia vida, al facilitar, en el Amazonas, la transferencia de diversos agentes patógenos de animales silvestres a los seres humanos.

La aparición y el resurgimiento de enfermedades infecciosas son fruto de diversas investigaciones volcadas en esta investigación de la Academia de Ciencias de Brasil. En el mismo se analizan los problemas y actividades que van de la mano en esta devastadora práctica en la Amazonia brasileña, llamada por los autores del informe “la tormenta perfecta”.

En la publicación, los profesionales coincidieron en afirmar que los ecosistemas amazónicos cumplen con un rol importante en el control de las zoonosis y las infecciones transmitidas por vectores. Afirman que los distintos cambios causados en el bioma amazónico se asocian con momentos climáticos extremos en todo el mundo; sequías, tormentas, olas de calor y frío que dan como resultado efectos globales en el planeta.

Uno de los autores del estudio es Philip Fearnside, biólogo del Instituto Nacional de Investigación del Amazonas, informó a la prensa que “el control se rompe por la deforestación que da lugar a un mayor contacto entre la población humana y animales silvestres que tienen patógenos desconocidos con el potencial de enfermarnos” .Ampliando sus conceptos, agregó lo que sucedió con el coronavirus. Se refirió al evento en Wuhan, al mercado donde presumiblemente murciélagos y pangolines fueron los principales sospechosos de haber servido como anfitriones del virus, causando el brote inicial.

Si un patógeno encuentra condiciones favorables, la propagación de la infección es fácil entre las personas.

El biólogo explicó que luego de esa transferencia, si un patógeno encuentra condiciones favorables, la propagación de la infección es fácil entre las personas, y la gran cantidad de esos elementos en la región amazónica son una amenaza consecuente y constante para la salud humana.

Esta amplia investigación plantea los distintos problema asociados a la deforestación como por ejemplo los cambios en el uso de la tierra, la intensificación agrícola, la contaminación del agua, la construcción de represas hidroeléctricas, sumado a los problemas sociales causados por hacinamiento, prostitución y migración.

Mucho se habla y se escribe sobre cambio climático pero es preciso detenernos en su nefastos efectos en la salud pública que van desde enfermedades respiratorias, la inflamación de pulmones, a distintos tipos de cáncer.

No menos atención merecen las modificaciones que se generan en los parámetros de las temperaturas y las precipitaciones que aumentan la proliferación de mosquitos. Además, la mineria también contribuye favoreciendo a la aparición de la malaria y hantavirus.

Los autores de este extenso estudio destacan al flujo migratorio como causante y consecuencia de la deforestación, puesto que puede facilitar la aparición de más casos de la enfermedad de Chagas en zonas urbanas.

Siguiendo con la propagación de enfermedades infecciosas y la falta de controles migratorios, en combinación con la pobreza, dio como resultado la reciente reintroducción del sarampión en la Amazonia brasileña.

El 20% de la selva amazónica brasileña ha sido deforestada.

En cuanto a los pueblos indígenas, no son la excepción. La deforestación afecta a estas comunidades a través de la proliferación de la minería, empresas madereras, ocupación de tierras que imposibilitan a estos pueblos comunicarse con salas de salud cercanas, quedando aislados y a merced de enfermedades infecciosas.

Para Mercedes Bustamante, del Departamento de Ecología de la Universidad de Brasilia (UnB), la investigación es muy importante porque detalla la multiplicidad de impactos que la degradación forestal puede tener en la vida humana. La especialista recuerda que “la ciencia ya estaba advirtiendo sobre los riesgos de la deforestación, dada la aparición frecuente de nuevos brotes, como el zika y el actual causado por el coronavirus”.

Por último cabe mencionar que de acuerdo a datos suministrados por el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE)) aproximadamente el 20% de la selva amazónica brasileña ha sido deforestada.

Fuente: scidev.net