El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) alertó por el avance de la erosión en el sur de la provincia de Buenos Aires. Los dos municipios más afectados por este fenómeno causado por la sequía, los fuertes vientos y la falta de precipitaciones, son Villarino y Carmen de Patagones.

Los suelos tan secos están generando grandes áreas casi desérticas, donde es imposible la explotación agropecuaria y el riesgo de los incendios ha aumentado considerablente.

“Las condiciones de los campos, respecto de la humedad en el perfil y cobertura del suelo, son severas en Patagones y más grave en el sector sur del partido, donde los fuertes vientos recientes han hecho aparecer nuevas tormentas de tierra”, explicó Andres Grand, jefe de la Agencia de Extensión Rural del Inta Patagones.

Con respecto a los peligros de los incendios, Miguel Cantamutto, director de la Estación Experimental Agropecuaria Ascasubi del Inta, explicó que las malezas pueden alcanzar niveles calóricos muy elevados. “Un kilogramo de paja de avena granada puede generar un calor equivalente a más de medio litro de nafta”, alertó. Esto hace que la capacidad de dispersión sea muy alta. En lo que respecta al futuro, sostuvo que los informes no son alentadores, ya que se pronostican pocas precipitaciones por lo que habría un incremento en las cantidades de material seco que sirve como combustible para el fuego.

Con el fin de paliar la situación, el Municipio de Carmen de Patagones gestionó la declaración del estado de Emergencia y Desastre Agropecuario el cual fue aprobado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Eso le permitirá obtener fondos para intentar controlar la situación hasta que mejores las condiciones meteorológicas.

Como medidas de prevención, los especialistas recomendaron fortalecer los sistemas de cortafuegos y dejar remanentes vegetales para evitar que los fuertes vientos erosionen aún más el suelo.

También en relación a la erosión, sugieren que por el momento se suspenda el uso de elementos de labranza agresivos en lotes destinados a cultivos de verano. Por último, aclararon que es conveniente evitar “la quema de pastizales naturales y/o pasturas perennes, y, en lotes con evidencias de problemas actuales de erosión, generar rugosidad (terrones grandes) cortando los vientos predominantes”.

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