El consumo de carne per cápita viene atravesando variaciones desde hace varios años, de acuerdo a lo registrado por CICCRA, y éste año alcanzó su piso más bajo en 7 años, con 50,3 kilos per cápita anual.

Afectado por la pandemia de coronavirus, el consumo de carne profundizó las bajas. De acuerdo al presidente de la Cámara de la Industria de Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti, la depreciación del poder adquisitivo y la imposibilidad de los sueldos de acompañar la inflación fueron factores que incidieron en la caída del consumo.

"Está cayendo desde hace bastante" afirmó Schiariti a Télam: en 2013, el consumo registrado fue de 61 k/capita; en 2014, 58,2k; en 2015, se registró un volumen de consumo per cápita de 58,6k; en 2016, 55,8k; en 2017, 56,9k; en 2018, 58,2k; en 2019, 51,7k y para el 2020, el consumo cayó a 50,3k per cápita.

El consumo de proteína animal se mantiene en 110-115 kilos por habitante por año

Según lo relevado por CICCRA,  el descenso registrado en agosto se produjo dentro de un contexto de alza en las exportaciones de carne vacuna en las que alcanzaron su más alta participación en las últimas décadas: con 559,3 mil toneladas exportadas, un 13,8% más que el mismo período del año pasado.

No obstante, de acuerdo a lo aclarado por Schiariti, las exportaciones no están ejerciendo una presión en el consumo interno ya que "se exportan a China, Rusia y Estados Unidos cortes de animales pesados, de 450 a 500 kilos que no se consumen en el país".

El mercado interno, según CICCRA, habría absorbido 1,51 millones de toneladas durante los primeros 8 meses del año; lo que representó una caída interanual de casi 11,2 mil toneladas (-0,7%). Lo consumido por el mercado interno en estos 8 meses, significó el 72,9% del total producido.

Si bien el consumo de carne vacuna decreció, Schiarti explicó que en Argentina "el consumo de proteína animal se mantiene en 110-115 kilos por habitante por año", representados en 50k de carne vacuna, 48k  de carne aviar y 16/17k de cerdo.

El presidente de CICCRA aseguró a Télam que: "En estos seis meses de cuarentena, el lockout ganadero por el aumento de las retenciones y las lluvias de abril en la Pampa Húmeda generaron desabastecimiento y suba de precios; a eso se sumó que las curtiembres decidieron no pagar más por los cueros, lo que se tradujo en nuevas alzas; más la pérdida del poder adquisitivo del salario y de ingresos del sector informal, además de las tarjetas al rojo vivo, es un cóctel explosivo para el consumo; no obstante cayó sólo 1,5% en un año".

Por su parte, Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carne Argentina (ABC) destacó que "en los últimos años, el consumo interno y los valores de la carne vacuna se han amesetado, de manera tal que no inciden en los volúmenes exportables en este momento".

Pese a la caida, Schiariti adelantó que le "da la sensación de que el consumo se va a mantener" pero eso está condicionado "a lo que ocurra en los próximos meses".

Si te interesó esta nota, te sugerimos leer: Los precios internacionales bajos de la leche en polvo complican al sector lácteo