El Banco Central anunció líneas de crédito para MiPyMEs destinadas a aumentar la capacidad productiva avícola y porcina a través de inversiones productivas. De acuerdo a lo que informó el Central, las entidades bancarias públicas y privadas ofrecerán estas líneas crediticias con tasas bonificadas del 30%.

Se trata de una medida ampliamente solicitada por parte del sector en donde el reclamo por la financiación es una constante. Las entidades financieras deberán destinar esta herramienta de financiación para la inversión productiva un "saldo mínimo de financiaciones equivalente a 7,5% de los depósitos del sector privado no financiero en pesos y al menos un 30% de esos fondos al financiar los proyectos de inversión".

El destino de estos créditos procura aumentar la oferta de carnes aviar y porcina dada su importancia como proteínas alternativas a la carne vacuna. A su vez, el interés en la producción porcina y avícola radica en su margen potencial para incrementar su producción y contribuir a la diversificación de la canasta de consumo cárnica y el incremento de las exportaciones netas.

Poner herramientas financieras al servicio de la producción y de las economías regionales es estratégico y permitirá seguir aumentando la producción agroindustrial.

Tanto la producción porcina como avícola son de gran interés para el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación que busca, a través de la articulación con el Gobierno nacional y las provincias, impulsar el desarrollo de ambos sectores en todo el territorio. Este financiamiento, se inscribe bajo esta misma lógica.

Ampliar la producción de carnes tiene el doble efecto de mejorar la oferta interna y generar divisas.

La línea de créditos presentada por el Central fue celebrada por el ministro Luis Basterra quien aseguró que "poner herramientas financieras al servicio de la producción y de las economías regionales es estratégico y permitirá seguir aumentando la producción agroindustrial, asegurando el abastecimiento interno y el crecimiento de las exportaciones". En coincidencia, Miguel Pesce, presidente del Banco Central dijo que la herramienta anunciada servirá para permitir al sector privado "concretar inversiones en sectores productivos" tales como el mercado avícola y porcino. “Ampliar la producción de carnes tiene el doble efecto de mejorar la oferta interna y generar divisas, ya sea por la sustitución de importaciones como por la liberación de mayores excedentes cárnicos para la exportación”, concluyó Pesce.

Éstos créditos puestos en favor del sector porcina y avícola redundarán, de acuerdo a Basterra, en un impacto positivo en las economías regionales, generando trabajo y arraigo. El Subsecretario de Ganadería y Producción Animal, José María Romero, agregó que “la producción de carnes intensivas, como la de cerdo y pollo, resultan estratégicas para el agregado de valor en territorio, transformando nuestros granos en carnes y el desarrollo federal mediante la generación de empleo privado de calidad”.

Ambos mercados, frecuentemente eclipsados por la carne vacuna, representan una gran oportunidad para la Argentina y el mundo en términos de consumo. Específicamente en nuestro país, el consumo de pollo aumentó durante los últimos 20 años un 72,93% pasando de 26,6 kg/cápita/año (2000) a 41.4 kg/cápita/año (2010) y 46 kg/cápita/año (2020). Esta suba es atribuible, entre muchos factores, a una elección económica por parte de consumidor que, en la búsqueda de seguir consumiendo proteína de alta calidad a precios accesibles, recurren al pollo convirtiéndolo en un componente fundamental de la canasta de carnes de los argentinos.

Respecto al sector porcino, los datos de la Dirección de Porcinos, Aves y Animales de Granja de la cartera agropecuaria nacional demuestran que la balanza comercial durante le 2020 fue positiva monetariamente y en términos de volumen, con un superávit comercial de US$ 4,03. Las exportaciones, en este mismo sector, alcanzaron durante el año pasado un crecimiento interanual del 74% totalizando los US$ 62,12 millones. En volumen, Argentina exportó durante el 2020 un 65% más que durante el 2019, embarcando unas 34.704 toneladas de peso producto.

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