Consultado respecto a si realizará la venia a Lula da Silva en caso de un triunfo de este en las elecciones de octubre, el comandante de la Fuerza Aérea Brasileña, Carlos de Almeida Baptista Junior, no dudó en responder que sí.

"Por supuesto. Nosotros haremos la venia a cualquier comandante supremo de las Fuerzas Armadas, siempre".

Las declaraciones,  realizadas durante una entrevista al diario Folha de San Pablo, publicada este lunes, distienden la relación entre el líder del Partido de los Trabajadores, favorito a ganar la elección, y las Fuerzas Armadas.

Jair Bolsonaro inició su gobierno con una fuerte presencia militar, y las recurrentes amenazas de auto golpe de Estado así como una anticipada campaña de deslegitimación de las urnas y denuncia de fraude, al estilo Donald Trump, han despertado preocupación por el rol de los militares ante un eventual intento de ruptura institucional.

En marzo de 2021 los tres comandantes de las fuerzas fueron removidos intempestivamente por el presidente Bolsonaro luego de reiterados intentos de este de comprometer a las fuerzas en las disputas políticas con los gobernadores y la Corte Suprema. En aquella ocasión, los comandantes salientes se encargaron de dejar en claro que siempre habían procurado preservar el papel institucional de las fuerzas.

Baptista Junior asumió entonces el cargo de comandante de la Fuerza Área, y desde entonces es considerado como un hombre con afinidades ideológicas con el presidente. En la entrevista, Baptista Junior negó ser bolsonarista y dijo que esa fue una etiqueta colocada a raíz de sus frecuentes intervenciones en redes sociales.

"Creo que [las redes sociales] son una herramienta importante. El comandante de la Fuerza Aérea es una figura parcialmente política, y no estoy hablando de una política partidaria, estoy hablando de la mejor definición de política, de interlocución con autoridades del Gobierno, en pro de la misión de la Fuerza", expresó.

Las tensiones con el Partido de los Trabajadores y Lula da Silva se remontan por lo menos a la intervención del entonces comandante del Ejército, general Villas Boas, en ocasión del tratamiento por la Corte de un pedido de habeas corpus en favor de Lula, a inicios de 2018, y que podría haber evitado su prisión.

Más atrás en el tiempo, las diferencias entre el PT y los militares tuvieron su primer gran episodio con la instauración de la Comisión de la Memoria, durante el primer gobierno de Dilma Rousseff, ex guerrillera y presa política durante la dictadura.

La preocupación por el comportamiento de las Fuerzas Armadas ante un eventual intento de ruptura institucional por parte de Jair Bolsonaro se incrementaron con el cambio de comandantes del año pasado y la imitación del presidente a la estrategia de Trump de quitar legitimidad al proceso electoral y terminar denunciando fraude.

Aquella estrategia de Donald trump tuvo su desenlace en la invasión al Congreso de Estados Unidos, el 6 de enero de 2021. Anteriormente, las Fuerzas Armadas estadounidenses ya había anticipado que respetarían la constitución.

En Brasil, esta declaración del comandante de la Fuerza Aérea se suma a la posición que ya se da por sentada del comandante del Ejército, Paulo Sergio Nogueira, hombre que no tiene afinidad con el mandatario y cuyo nombramiento intentó ser evitado por este. En tanto el jefe de la Marina no se ha pronunciado aún.

"La Fuerza Aérea y las fuerzas en general, estoy seguro, se mantendrán dentro de su objeto constitucional. No tomarán partido, la política no entrará en nuestros cuarteles. No hay ningún incentivo por parte del mando de la Fuerza Aérea", sentenció Baptista Junior