Brasil está a punto de lograr el déficit cero
Por Luis Chervo Como demostración clara y cercana de que existe otro camino para las mejoras económicas, tenemos un país pegado al nuestro. No hay que irse muy lejos para notar las diferencias de modelo.
Por Luis Chervo | 12-03-2024 07:50hs
Brasil está a punto de lograr el déficit cero, con otro camino lejos del ajuste al pueblo, con impuestos a las grandes fortunas y fortaleciendo la educación, la salud, la industria y amparando a la cultura como disparador de un tiempo de nuevos desafíos y conquistas económicas y solidarias, que combinadas, generan nuevas generaciones que buscan más equilibrio social y un liderazgo mundial.
La base de esta nueva etapa de desarrollo brasileño está de la mano de las empresas automotrices por una inversión de 19.078 millones de dólares.
La mayor inversión es la del grupo Stellantis por 6.000 millones de dólares, en el segundo lugar de inversiones está Volkswagen por 3.200 millones de dólares, continúa con Toyota por 2.200 millones de dólares, Great Wall Motors por 2.000 millones, General Motors sigue en el listado de nuevas inversiones, por 1.400 millones, Hyundai por 1.100 millones, Renault por 1.000 millones de dólares, Grupo Caoa, que es una factoría de Subaru y Chery entre otros dentro del territorio brasileño, que invertirá 908 millones de dólares, y siguen BYD, Nissan y BMW, con lo cual llegan a esa fabulosa inversión de casi 20.000 mil millones de dólares, lo que despertará la red de fabricaciones, ventas, repuestos, mecánicas, gomerías, accesorios en todo el territorio Brasileño.
Estos grupos económicos tienen en cuenta a la Argentina y su nuevo perfil importador y no de producción, con apenas una inversión hasta el 2030 de apenas, 400 millones de dólares.
Tuvimos la oportunidad electoral de tomar otro marco de desarrollo nacional y aprovechar nuestra buena mano de obra, nuestras condiciones geográficas, pero el electorado tomó el camino de ser agro exportador, “el granero del mundo” como quisieron los oligarcas de fines del siglo 19, hambreando al pueblo trabajador y a los colonos explotados en el campo.
Hoy, es el mismo modelo, explotando a jubilados, pensionados, trabajadores, condenando a las Pymes, dando la espalda a la producción, a la tecnología y a la cultura. Todo ese desastre junto significa más y más desocupación, más miseria, más disgregación social.
El efecto de Brasil como gran constructor y líder regional, se verá en los próximos años, mostrando 40 nuevos modelo de Suv, autos y camiones y camionetas, que seguramente circularán con alta tecnología por las rutas del país vecino y formarán parte de comentarios en los regresos de aquellos afortunados que puedan visitar el país hermano, cuando vuelvan de vacacionar.
Muchas veces nos genera indignación y vergüenza ajena escuchar comentarios de las actuales autoridades nacionales y provinciales, como por ejemplo lo que dijo la canciller en la mesa de Mirtha Legrand, en referencia a los jubilados: ”para que le vamos a dar créditos si les queda poco tiempo de vida”…., ante una mujer de 97 años que sigue trabajando, como si fuese una adulta de 50 años.
Estos comentarios hacen a una personalidad deshumanizada, que no se le mueve un pelo cuando le dicen o recuerdan que es una de las responsables, junto a su marido, de la mayor estafa nacional, como fue el vaciamiento del BID, que afectó a unos 100.000 ahorristas, gente de campo, de pequeños pueblos, del interior profundo de nuestra Argentina, para ponerle un número, debemos hablar de un desfalco de unos 1.000 millones de dólares. No sé cuánto le quedará de vida a la Canciller Diana Mondino (65), pero seguramente nunca tuvo la necesidad de recurrir a uno de los créditos que con tanta desaprensión critica.
Son imposibles de soslayar estos pormenores, aunque algunos que apoyaron el cambio prometido se hayan arrepentido, o tal vez algún funcionario pague de alguna manera sus culpas, porque la senda que han elegido, y de la que son cómplices, activos o pasivos pero cómplices al fin, es el camino de sumisión a los poderosos del mundo, ahora seguramente entregando nuestras tierras, nuestros recursos naturales, la energía, el litio, el petróleo, el gas, nuestra riqueza ictícola, nuestras aguas, en definitiva, nuestra soberanía nacional.
Desde nuestros inicios como Nación nos seguimos encontrando con los nuevos Rivadavia, que siguen entregando el País, y en ellos se llevan puestos sueños, nuestras esperanzas, nuestros sacrificios, pidiéndonos que suframos hoy para disfrutar en el futuro. Como aquel famoso “hay que pasar el invierno” del adalid del liberalismo Alvaro Alsogaray.
A pesar de todo, nos queda la convicción de que la Patria, que somos la abrumadora mayoría, terminará despertando y sacudiéndose de su espalda los caranchos y chupasangre que pretenden saquearla.
Aún tenemos a los herederos ideológicos del pensamiento y la acción de los nacionales, de Yrigoyen, de Perón, de Alfonsín, de Kirchner, y de tantos otros cuyas voces parecen cantos lejanos, el viento de la realidad y el impulso arrollador de un pueblo cansado de mentiras empiecen a soplar para el lado de una Argentina integrada, en paz y con solidaridad y desarrollos para todos.
Brasil encontró una solución económica sin descuidar a la Gente, a las Personas, sacaron más de 20 millones de la pobreza y los llevaron a ser clase media, aquí sacaron gente de clase media, y la llevaron a la pobreza en tiempo récord, aniquilando esperanzas y sueños de superación.
Una grande que tuvimos dicen que una empresa sueca, que venía de la reconstrucción de la Europa de la postguerra, le trajo un proyecto de viviendas populares, grises, muy geométricas, pero frías, la traía un tal Bullrich, y esa persona que buscaba viviendas para su Pueblo con dignidad, le dijo NO gracias, y optó por chalet, de tejas, pisos de madera, con jardines, para demostrar que los obreros podían tener y soñar con algo mejor.
Esa persona se llamaba Eva.
Lo comento porque Lula termina de relanzar su plan de viviendas q lo llamará: "mi casa, mi mundo".