Productores agropecuarios brasileños están experimentando dificultades en el acceso a nueva maquinaria agrícola. El aumento de la compra de maquinaria, sumado a faltantes de insumos para la fabricación, han redundado en concesionarias vacías y atrasos en las entregas.

De acuerdo a la Federación Nacional de Distribución de Vehículos Automotores (Fenabrave), en los primeros 7 meses hubo un incremento de las ventas de maquinaria agrícola del 31% en relación al mismo período de 2020.

Según consigna el portal de noticias G1, con la alta demanda y las dificultades en el acceso a algunos insumos, los fabricantes no han conseguido abastecer al mercado y algunas concesionarias han vendido todo su stock.

Brasil, así como otros países en el mundo, enfrenta faltantes de chips para equipar la maquinaria agrícola, también de acero, e incluso neumáticos (siendo que Brasil es uno de los mayores productores mundiales de caucho).

El gigante sudamericano viene arrastrando este problema desde comienzos de año. Durante 2020, algunas acerías tomaron la decisión de apagar momentáneamente sus hornos de fundición previendo una caída de la demanda. Ello terminó encareciendo el valor del acero y produciendo escasez.

En contrapartida, el sector agropecuario no sólo no se detuvo por la pandemia, sino que experimenta una expansión de la mano de la demanda china. En años recientes, Brasil superó a Estados Unidos como el principal productor de soja del mundo. Mato Grosso, el principal estado productor de soja, acaba de informar que prevé una expansión del área cultivada para la zafra 2021/2022, y proyectó una cosecha récord de 37,4 millones de toneladas de la oleaginosa.

En este contexto favorable, los productores aprovechan para ampliar o renovar la maquinaria y así obtener una mayor productividad. Esto ha generado el incremento de las compras, de maquinaria agrícola, justo en un momento en que surgen dificultades en la fabricación.

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