La cuarentena impuesta por gobiernos provinciales y municipales ha generado algunas dificultades para la circulación de camiones en el territorio brasileño. Servicios esenciales, habitualmente disponibles en las rutas, como gomerías, restaurantes, casas de equipamiento para camiones e incluso baños, han cerrado o encarecido sus precios.

Uno de los motivos de estos inconvenientes es que las medidas de aislamiento social se han tomado de manera descentralizada. Mientras el gobierno del presidente Jair Bolsonaro se limitó mayormente a emitir recomendaciones de distanciamiento social, los gobernadores y alcaldes avanzaron desde mediados de marzo con medidas como la suspensión de clases, cierre de comercios y, posteriormente, la cuarentena obligatoria.

Las medidas tomadas de manera descentralizada han afectado el funcionamiento del transporte terrestre.

Las medidas, tomadas de manera descentralizada, han afectado el funcionamiento del transporte terrestre entre distintas Unidades de la Federación. Por ello, el gobierno Nacional anunció que está trabajando con los gobiernos provinciales para adecuar los decretos de cada uno de ellos de modo de garantizar los servicios esenciales en las rutas. El gobierno Nacional también emitió un decreto en el que establece los servicios “esenciales”, exceptuados de la cuarentena, entre los que incluye los servicios en las rutas.

Algunos estados, como San Pablo, comenzarán a repartir viandas para los camioneros. Igual iniciativa ha tomado la asociación de exportadores de soja (Abiove), desde donde manifestaron, al portal G1, que el cierre de restaurantes “está afectando el transporte en nuestro sector y todavía no vimos un cambio desde que la medida [que detalla los servicios esenciales] fue publicada por el gobierno la semana pasada”.

Se produjo una reducción del 26,14% del volumen de cargas.

La Asociación Nacional de Transporte de Cargas y Logística (NTCyLogística) difundió un informe según el cual se produjo una reducción del 26,14% del volumen de cargas durante los días 23 y 24 de marzo, es decir, luego de la aplicación de la cuarentena en todo el territorio brasileño. De acuerdo a la NTC el transporte aún puede empeorar, ya que esa medición se realizó en los primeros días de las medidas de aislamiento.

La reducción del volumen de carga, según el estudio de la NTC, no ha afectado a todos los sectores por igual. Por ejemplo, el tipo de carga “industrial-farmacéutico” apenas ha caído un 0,85%; el agronegocio, 11,5% y las cargas “industrial-automovilístico”, 37,62%.

Los camioneros han manifestado principalmente dificultades en lo que concierne a alimentación en las rutas. Muchos restaurantes han cerrado y otros permanecen abiertos pero en algunos casos casi duplicando el valor de las refecciones. En vistas de ello, el valor de los fletes se ha visto afectado, por ejemplo en Mato Grosso, gran productor de soja, con subas de entre 5 y 8%, según autoridades locales.

El Ministerio de Agricultura brasileño creó, el martes 31 de marzo, un comité de crisis para monitorear los impactos del coronavirus en el abastecimiento de la producción agrícola y proponer estrategias de mitigación