Los entomólogos de Kenia Xacier Cheseto y Chrysantus Tanga están tras una investigación para generar un reemplazante de la manteca desarrollado a partir de aceite de langosta del desierto (Shcistocerca gregaria).

El proyecto se lleva adelante en el Centro de Fisiología y Ecología de los Insecetos (ICIPE), ubicado en Nairobi, capital de Kenia. Allí, los entomólogos descubrieron que los aceites de insectos, como el de la langosta del desierto, contienen más ácidos grasos omega-3, vitamina E y antioxidantes que los aceites vegetales, por lo presentan muchos más beneficios que la manteca tradicional.

Para elaborar un litro de aceite, los científicos requieren 20 kilos de langostas secas, de allí obtienen un líquido marrón oscuro con olor a pescado que idóneo para realizar galletas y pan.

De acuerdo a lo que detallan los investigadores, el pan que se obtiene es de un tinte más oscuro que uno tradicional, y tiene un "agradable sabor a nueces", a su vez, al pan también se le puede agregar al pan trozos de langosta frita para darle un sabor más original. Sin embargo, de las galletas aseguran que todavía no han podido dotarlas de un buen gusto para por lo que "siguen experimentando para mejorar la receta".

De avanzar y solidificarse este desarrollo, podría convertirse en una gran alternativa para capitalizar lo que actualmente representa una plaga que genera nubes gigantes que arrasan con los cultivos, las langostas, y convertirlas en alimentos. A su vez, desde el instituto donde desarrollan la investigación, aseguran que las langostas podrían convertirse en una fuente de proteína alternativa que reemplace o sustituya la carne o la soja.

Pero, ante la dificultad de conocer el origen, estado y cantidad en la que se pueden encontrar las langostas, y la posibilidad de que estén contaminadas con pesticidas, los investigadores aseguran que por el momento "lo más seguro es criarlas" y así aprovechar el gran porcentaje proteico que estas tienen.

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