No todo desecho es inutilizable, así lo demuestran los experimentos de laboratorio que han realizado los Científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur (NTU Singapur) a partir del aprovechamiento del descarte de la piel de la rana toro y escamas de pescado para fines biomédicos.

Gracias a su utilización, desarrollaron un nuevo biomaterial que contiene los mismos compuestos que predominan en los huesos de las personas, lo que posee un gran potencial para la reparación y regeneración ósea perdida por una enfermedad o por una lesión, o para ayudar al crecimiento de este tejido alrededor de implantes quirúrgicos, como los implantes dentales.

En este sentido, dicho biomaterial funciona como un andamio para que las células formadoras de hueso se adhieran y se multipliquen, logrando la regeneración de la estructura de los huesos.

Luego de realizar los experimentos correspondientes hallaron que dichas células pudieron adherirse correctamente y comenzar a multiplicarse. Además, detectaron un bajo riesgo de que el biomaterial desencadene una respuesta inflamatoria.

Esta investigación no solo genera un beneficio para la salud, sino que también para el medioambiente ya que utiliza los desechos de la acuicultura, residuos que generan más de 20 millones de toneladas en subproductos pesqueros, como aletas, escamas y pieles.

¿Cómo se elabora este biomaterial?

El proceso comienza con la extracción del tropocolágeno tipo 1 (moléculas que forman fibras de colágeno) de las pieles desechadas de la rana toro, y de la hidroxiapatita (un compuesto de fosfato de calcio) de las escamas del pez cabeza de serpiente, conocido como pez Tomán. Ambos componentes consiguen que el biomaterial promueva la unión celular similar al hueso y logre mayor resistencia.

Luego se eliminan las impurezas de la piel de la rana toro y se mezclan para formar una pasta de colágeno y extraerlo, obteniendo, de esta manera, el rendimiento más alto de colágeno (casi el 70 % de la piel de la rana).

Por último, se sintetiza el biomaterial agregando hidroxiapatita en polvo al colágeno extraído y se moldea para producir un andamio poroso 3D.

Para la evaluación del rendimiento biológico de este andamio se sembraron células formadoras de hueso en el mismo. Como resultado, se observó que la cantidad de células aumentaba significativamente y una semana después encontraron una distribución uniforme de las mismas a través del andamio, lo que podría promover las actividades celulares adecuadas y eventualmente conducir a la formación de tejidos.

Finalmente, se comprobó que es baja la respuesta inflamatoria que podría llegar a producir este material. De esta forma, quedó demostrado el potencial que posee este material que podría llegar a ser un sustituto del actual injerto que repara y regenera el tejido óseo.

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