Caen las inversiones extranjeras en América Latina y el Caribe
Según Cepal, alcanzaron el peor nivel desde el 2010. La causa se le atribuye a la crisis del coronavirus. ¿Qué sucedió en Argentina?
Por Natalia Marchesi | 12-08-2021 04:30hs
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó que en 2020 se perdieron u$s 56.000 millones en inversiones extranjeras directas (IED) en la región debido a la pandemia de coronavirus, es decir un 34,7% menos que en 2019, al recibir u$s 105.480 millones, alcanzando el monto más bajo desde 2010.
En lo que respecta a la Argentina, el descenso de la IED fue del 39,7%, acorde con la disminución del 40% en Sudamérica. Así, se recibieron u$s 4019 millones, unos u$s 2644 millones menos que en 2019.
Mientras que a nivel mundial la IED alcanzó el valor más bajo desde 2005, ya que en 2020 se redujo un 35%, alcanzando aproximadamente u$s 1 billón.
Evolución de la IED en América Latina y el Caribe
Según la Cepal, la región presenta una tendencia decreciente desde 2013 lo que demostró la relación entre los flujos de IED y los ciclos de precios de las materias primas, especialmente en América del Sur.
En tanto, en los países que conforman la región la IED en Brasil bajó 35% sumando u$s 44.661 millones, cifra diez veces mayor de la que recibió Argentina, en Chile por su parte perdió un 32% en la pandemia, pero la inversión que recibió duplicó a la Argentina por u$s 8528 millones, mientras que en Uruguayla IED cayó un 53% representando u$s 614 millones.
Los sectores más golpeados en 2020 fueron los vinculados a los recursos naturales, que descendieron un 47%, y manufacturas que registró una baja del 37%. De manera contraria, las energías renovables continúan siendo el sector que despierta el mayor interés de los inversores extranjeros.
Acerca de la evolución de los flujos de las empresas transnacionales latinoamericanas (translatinas), los mismos sufrieron caídas del 73%. Por un lado Chile y México aumentaron los flujos de inversión directa en el exterior, por el otro Argentina, Brasil, Colombia y Panamá los disminuyeron.
A la vez, el estudio consideró ocho sectores estratégicos que podrán dar un gran impulso a la sostenibilidad en la región como las energías renovables, la electromovilidad sostenible en ciudades, la revolución digital inclusiva, la industria manufacturera de la salud, la bioeconomía, la economía del cuidado, la economía circular y el turismo sostenible.
Al respecto, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, insistió con hacer hincapié en la mirada multilateral que debe tener la región en lo que respecta al tema de la inversión extranjera directa, recomendó la puesta en marcha de planes estratégicos tanto de reactivación como de transformación de la producción, y agregó que la política de atracción de capitales extranjeros debe estar incluida en la política industrial como herramienta de transformación de la estructura productiva.
Por otra parte, el documento calificó como una oportunidad el proceso de recuperación de la región para abrir una nueva etapa en las relaciones económicas con China y generar políticas que logren que las inversiones contribuyan a construir capacidades productivas en los países receptores, a forjar vínculos con proveedores locales, producir empleo e impulsar el desarrollo sostenible.
Asimismo, consideró el desarrollo digital en la región, planteando desafíos en materia de inclusión, innovación y regulación, y puntualizó que la IED podría contribuir a la transformación digital siempre que se consideren las características estructurales de las economías de la región, caso contrario se profundizarían las brechas existentes y generarían mayor exclusión e inequidad distributiva.
De cara al futuro, adelantó que los flujos de IED tendrán una recuperación lenta e indicó que la búsqueda de activos en sectores estratégicos para la reactivación internacional y los planes de transformación de la estructura productiva (infraestructura, industria de la salud, economía digital) se enfocarán en Europa, América del Norte y algunos países de Asia.
Además, proyectó para este año una IED estable con una variación entre -5% y +5% y determinó que la posibilidad de recibir más IED de calidad en América Latina y el Caribe estará sujeto al enfoque de los gobiernos en la recuperación de la economía.
Por último, destacó la consolidación de China como potencia económica mundial, quien empleó la IED para cerrar sus brechas tecnológicas, y recomendó a la región realizar un profundo proceso de transformación, junto con dar a conocer los planes estratégicos de recuperación e inversión asociados a sectores dinámicos de la economía que impulsen la sostenibilidad.
También consideró necesario recuperar una visión estratégica del rol de la IED, contar con un marco regulatorio multilateral y orientar la IED hacia sectores que generen productividad, innovación, tecnología, empleo y sostenibilidad ambiental.
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