Estamos casi a finales de este mes de octubre y es tiempo que ya entre en escena la campaña de cerezas argentinas, cuya temporada expectante, espera el envío de 7 mil toneladas de fruta a los distintos mercados.

Desde la Asociación Argentina de Productores Integrados de Cerezas, informaron que en Argentina este año el crecimiento en la producción debería rondar en un 15%-20%, aunque tiene que afrontar distintos desafíos para mover la mano de obra necesaria de la zona norte hacia las zonas de cultivo.  Cada región, y las distintas municipalidades, tiene requerimientos diferentes ante la misma situación, así que habrá que enfocarse en ellos.

El Gerente Ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores Integrados (CAPCI), informó que “la calidad de la fruta se espera que va a ser muy buena, como la temporada anterior, dada las condiciones ambientales con las que se está desarrollando el cultivo”.  Agregó que, si bien han tenido episodios de heladas, se las pudo controlar y que con este episodio desfavorable en las provincias de Chubut y Santa Cruz con períodos de temperaturas bajas justo en la etapa de floración “en la producción austral de cerezas para Argentina, vamos a tener una merma que puede estar en torno al 15% de lo óptimo”.

En este contexto, y hablando de los mercados, Caminiti indicó que en lo que respecta a la ubicación de la fruta no existen dificultades ya que los volúmenes son pequeños. La fruta se vende de antemano y la relación con respecto a la distribución en distintos mercados, es muy buena.

Datos de la temporada pasada indican que, Asia recibió un 40% de las cerezas argentina, un 26%, EE.UU, mientras que Canadá, Europa y Reino Unido un 26%, con el saldo enviado a Medio Oriente.

La logística y la mano de obra se presentan como temas preocupantes en este sector. “Argentina tiene una alta participación de sus envíos por vía aérea y hay dificultades con los vuelos comerciales”, indicó el gerente de la CAPCI. Más en detalle, agregó que “viendo la organización de vuelos chárter que permitan, por lo menos en los peak de cosecha, mantener buena presencia de cerezas argentinas como fruta primicia en las primeras semanas del hemisferio norte”.

En lo que se refiere a la mano de obra, la dificultad se presenta a la hora de mover trabajadores de la zona norte del país hacia el sur.

“En la Patagonia, históricamente, se requiere de una fuerte presencia de personal que viene de otras regiones del norte del país”, dijo Caminiti.

En ese sentido, se están terminando de negociar los acuerdos en cada jurisdicción regional y municipal para el ingreso de estos trabajadores.  Se aguarda que en los días venideros comiencen a llegar los primeros contingentes de trabajadores del norte del país para hacer actividades previas a la cosecha en la Patagonia.

En cuanto a las variedades de cereza y las áreas plantadas, nuestro país no tiene un ritmo importante de inversión en la industria de esta fruta.

Para finalizar, Caminiti indicó que “en Argentina hay un ritmo de inversión muy bajo, creo que mucho de esto tiene que ver con las condiciones económicas internas del país”. Aclaró que las empresas del sector si están renovando variedades e incrementando superficie, pero no son inversiones nuevas