El presidente Alberto Fernández arribó en la noche del domingo a Glasgow, Escocia, donde participará durante el lunes 1 y martes 2 de noviembre de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).

Luego de haber concurrido a la cumbre del G20 en Roma, Italia, Fernández llegó acompañado de la Primera Dama, Fabiola Yáñez, y una comitiva de funcionarios argentinos, entre ellos, los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero; de Medio Ambiente, Juan Cabandié; de Agricultura, Julián Domínguez; y el embajador argentino ante los Estados Unidos, Jorge Argüello. También viajaron la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca; la portavoz Gabriela Cerruti; los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello y de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; el jefe de Asesores, Juan Manuel Olmos; la asesora presidencial Cecilia Nicolini y el subsecretario de Comunicación y Prensa, Marcelo Martín. Se suma el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. En tanto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, continúa en Roma.

El primer mandatario argentino va a exponer la propuesta que viene sosteniendo y que anticipó en la Cumbre Latinoamérica por el Cambio Climático, el mes pasado: el canje de deuda por acción climática.

Esto tiene que ver con dos cuestiones fundamentales, por un lado, Argentina plantea que los países que mayor daño medioambiental ocasionaron, beneficiándose más de la explotación intensiva de los recursos naturales, son los mismo que tiene mejores respuestas económicas y sociales para avanzar en el cambio de paradigma hacia uno sustentable. Por otro lado, los países más vulnerables socio-económicamente y atrasados en su desarrollo son los que se encuentran en peores condiciones para afrontar la transición, pero, además, en general, como en el caso de nuestro país, pesa sobre ellos la deuda externa.

Durante su disertación en el G20, Fernández dijo al respecto que "los países que produjeron la mayor huella ambiental son los mismos que dominan las tecnologías que pueden reducir el impacto de la producción sobre el medio ambientey esa transición tendrá sobre ellos un efecto positivo, no sólo en materia ambiental, sino sobre la producción y el empleo". Mientras tanto, "el desafío es enorme para los países en desarrollo y de renta media, como el que yo represento. Para nosotros el impacto de esta transición puede ser negativo en términos de cohesión social", señaló. Esto pone de manifiesto la necesidad de apuntar al "concepto de responsabilidades comunes pero diferenciadas". Pero además, señaló el jefe de Estado, "debe ser prioridad avanzar en acuerdos sostenibles sobre deuda externa e identificar avances en tecnologías limpias como bienes públicos globales".

De manera tal que, como lo había expresado en la cumbre latinoamericana, expresó: "Necesitamos financiamiento y nuevas reglas e incentivos globales, para que la transición sea justa, para que no encubra nuevas formas de proteccionismo, ni agigante las brechas de bienestar en nuestro planeta". "Poner en valor los activos ambientales", e identificar, así,  "los avances en tecnologías limpias como bienes públicos globales, fortaleciendo un concepto de multilateralismo ambiental. Con acuerdos de transferencia tecnológica para la adaptación ecológica y una liberalización de las patentes de estos bienes necesarios para impulsar la adaptación al cambio climático", había profundizado el mes pasado durante el encuentro virtual con sus pares de la región.

Además, durante aquella participación el presidente también mencionó los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional, sobre los cuales manifestó que es menester aplicar su emisión en pos de un "gran pacto de solidaridad ambiental, que incluya esencialmente a países de bajos ingresos y renta media, y que sirva para extender los plazos para atender los pagos del endeudamiento y la aplicación de menores tasas bajo las actuales circunstancias de estrés sanitario y ecológico".

Esta línea de trabajo multilateral es la que la Argentina, a través de la figura presidencial, expresó en la cumbre de G20 y anticipó será la propuesta eje para la COP26.

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Foto de portada: Presidencia Casa Rosada.