Caracol gigante africano perjudica biodiversidad misionera
Se detectaron en Puerto Iguazú, Wanda y Eldorado. Es considerado, además, perjudicial para las actividades productivas y la salud humana. Según el Senasa, en Argentina se lo detectó en 2010. Los ejemplares adultos tienen entre 10 y 12 centímetros.
Por Marisa Massaccesi | 24-11-2020 07:45hs
Una especie de caracol gigante se instaló en diversas zonas de la provincia de Misiones. Se trata del Achatina fulica, originario del este de África y que, por estas horas, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, declaró a esta especie como dañina y perjudicial, tanto para la conservación de la biodiversidad, como así también las actividades productivas y la salud humana por ser una especie exótica invasora y hospedadora de nematodes potenciales causantes de enfermedades zoonóticas
Este caracol fue introducido en distintos continentes, como el americano, a causa de la acción antrópica, o sea, generado o transformado por una actividad desarrollada por el hombre, actor fundamental cuyo objetivo principal es criarlos para alimento. Otra variable, es el traslado involuntario, ya que se puede adherir a vehículos y a los cajones que se utilizan para distintas cosechas. Se los utiliza también como carnada, y además se los trafica como “mascotas”.
En Argentina, durante el mes de junio de 2010 llegaron a la Dirección de Vigilancia y Monitoreo los primeros reportes no oficiales sobre la presencia de este molusco en la provincia de Misiones. Poco tiempo después, técnicos de la Dirección de Vigilancia y Monitoreo de Plagas, pertenecientes a la Dirección Nacional de Protección Vegetal, en conjunto con personal del Centro Regional Corrientes-Misiones del Senasa confirmaron oficialmente la detección, a través de tareas de vigilancia específica.
El caracol gigante africano es considerado una especie nociva para la agricultura.
Los huevos se alojan además en las plantas con macetas que se venden en distintos comercios. En cuanto a su tamaño, los ejemplares adultos tienen entre 10 y 12 centímetros. Respecto al color, es marrón con rayas oscuras, diferenciándose del misionero que es más claro.
La diversidad biológica recibe fuertes impactos a causa de las especies exóticas invasoras, ya sea a través de animales, plantas o microorganismos. Al haber sido trasladados más allá de sus límites naturales de distribución, consiguen establecerse y avanzar en los nuevos ambientes donde han sido introducidos.
“El caracol gigante africano es considerado una especie nociva para la agricultura. Es exótico, ya que no es originario de Misiones y al ser exótico empieza a competir con los caracoles nativos. Al ser considerado una plaga es necesario realizar el seguimiento y ver cómo evoluciona”, informó Pedro Méndez, director Regional Misiones y Corrientes del Senasa.
Especie exótica versus nativa
Méndez informó que, en cuanto a la reproducción entre estas especies, "en el caso del caracol africano es muy elevada, por eso se convierte en una plaga, en comparación con la nativa que posee una tasa de reproducción muy baja".
El Achatina fulica es de hábitos nocturnos, de acuerdo al monitoreo que realizaron técnicos del Senasa. Recomendaron no tocarlo con las manos; se los debe manipular con una bolsa o un guante, y dar aviso al Organismo.
Molusco peligroso
Esta especie invasora se desplaza y coloniza el hábitat de moluscos nativos. Si no se realiza el control correspondiente, se presenta un serio problema, puesto que, para mantener la biodiversidad y la sustentabilidad del ecosistema, se deben preservar los nativos.
Salud humana y animal
Los caracoles gigantes, no sólo pueden impactar negativamente en la agricultura y la fauna de caracoles de la zona. Transmiten parásitos perjudiciales para la salud humana y la de otros animales. Puesto que los parásitos se presentan en la baba del caracol, contaminan las verduras y las frutas. Por tal motivo, deben ser lavadas correctamente para prevenir enfermedades de origen zoonótico a las personas.
Está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza