Debido a las condiciones climáticas y geográficas la alfalfa producida en Chile es una de las más reconocida en el mundo por su alta calidad en proteínas y su color verde intenso. Por este motivo, la firma Forrajero ubicada en Camino Viluco a Paine, en Chile se ha dedicado a la elaboración de cubos de alfalfa, conocidos como “caramelos de alfalfa”, una suerte de caramelos proteicos para la alimentación de los caballos.

Este grupo chileno, por no tener demasiadas tierras disponibles, se ha instalado en nuestro país, precisamente en la provincia de San Juan donde reciben alfalfa en rollos y fardos desde Córdoba, San Luis, Mendoza y la propia provincia de sanjuanina.Se calcula que ya hay cerca de 1.500 hectáreas de alfalfa en esta provincia cuyana.

El Servicio Agrícola Ganadero (SAG) chileno, debido a las precauciones sanitarias para evitar el ingreso de aftosa, prohíbe la importación de alfalfa sin procesar. La fábrica está montada en un hangar muy cerca del aeropuerto local, estos fardos son procesados para luego exportarlos a Chile.

Producción de caramelos de alfalfa

La producción de caramelos de alfalfa no tiene agregados ni nada por el estilo, solo calor y compactación. Cuando llega la alfalfa a la fábrica entra en una línea de producción y del otro extremo salen los pallets de alfalfa concentrada. “A través de matrices en vez de salir un pellet sale un cubo chiquitito, que mide alrededor de 5/6 centímetros de largo por 3 centímetros de ancho. Por ende, tiene una fibra de alrededor del 4%, que es muy importante para el animal equino o bovino”, comentó a Bichos de Campo el gerente local de Forrajero, Fernando Serrano.

Este sistema impide el descarte por parte del animal ya que al ser tan selectivos delante de un fardo dejan de lado el tallo de la planta, algo que no pueden realizar al consumir un cubito.

Cada bolsa de 25 kilos de caramelos equivale a dos fardos, el producto tiene 90% de materia seca y hasta 20 % de proteínas, este sistema impide el descarte por parte del animal ya que al ser tan selectivos delante de un fardo dejan de lado el tallo de la planta, algo que no pueden realizar al consumir un cubito.

Serrano comentó, además, que “la idea de instalarnos en San Juan se tomó por dos razones. Una es que lógicamente estamos bastante cercanos a Chile, a unos 500 kilómetros. Hacia allá exportamos el 85% de nuestra producción. El otro motivo es que San Juan tiene temperaturas que rondan los 30 o 35 grados en la temporada del cultivo. Por eso tiene una alfalfa muy rica en proteínas. Es una alfalfa premiun”.

La planta de cubitos de alfalfa produjo 4 millones de kilos en el primer ciclo de producción, pero este año piensan llegar a 10 millones de kilos