Chile va este domingo a las urnas para decidir quién presidirá el país por los próximos 4 años, en las que según las últimas tendencias serán elecciones más polarizadas en términos de izquierda y extrema derecha que de costumbre, con pérdida del protagonismo de las fuerzas tradicionales de centro izquierda (que antiguamente componían la Concertación) y derecha (el actual presidente Piñera y su sucesor, Sebastián Sichel).

De acuerdo a los últimos sondeos de intención de voto, publicados hace 15 días conforme a la legislación electoral chilena, los favoritos para pasar a la segunda vuelta -la cual se da por descontada, ya que se debe superar el 50 % más uno de los votos para ser electo- son el derechista José Antonio Kast y el izquierdista Gabriel Boric.

Kast es la gran novedad de las elecciones, por haber pasado a liderar las encuestas a semanas de las elecciones y al tiempo que el candidato oficialista, Sichel, perdía protagonismo. Kast es frecuentemente encasillado en la extrema derecha, debido centralmente a su reinvindicación de la figura del dictador Augusto Pinochet. Además se posiciona en contra del matrimonio igualitario, del aborto en cualquier circunstancia, no niega el cambio climático pero supedita ese tema al desarrollo económico, cuestiones estas que, a diferencia de la reinvindicación de Pinochet, no hacen a un perfil etiquetable como “extrema derecha” aunque sí conservador.

Del otro lado, Gabriel Boric forma parte del partido Convergencia Social, surgido en 2018 de la unión de movimientos políticos de izquierda. En la última semana, se ha diferenciado de su propio partido, el cual manifestó apoyo al régimen de Daniel Ortega, en Nicaragua, que acaba de ganar elecciones en un contexto de persecución y encarcelamiento de opositores.

De acuerdo al especialista en opinión pública Axel Callís, en entrevista al periodista Fernando Paulsen, en el programa radial Conbinación Clave, el gran interrogante de las elecciones es la participación electoral de los más jóvenes y de quienes están por encima de los 60 años. Los segundos suelen ser votantes de la derecha tradicional o bien de la centro izquierda, hoy representada por Provoste. Los jóvenes, en cambio, se vuelcan mayormente hacia la izquierda.

Para Callís, los jóvenes le están dando direccionalidad al ciclo político en el último tiempo, y esa direccionalidad es hacia el cambio, hacia la izquierda o, como en la elección constituyente de mayo pasado, hacia los candidatos independientes, que fueron la gran sorpresa al obtener una representación del 30 %.

El interrogante respecto al nivel de participación se da en el marco de que, a diferencia de nuestro país, en Chile el voto no es obligatorio. De un total de algo más de 14 millones de inscriptos en el padrón electoral, comúnmente cerca de la mitad se abstiene de votar. “La otra mitad”, como se la conoce en Chile.

Pero además, según señala el experto Callís, en las últimas elecciones ha crecido cerca de un 20 % la participación de los más jóvenes, mientras que ha caído en porcentaje semejante la participación dentro del grupo de los mayores de 60 años. Esto sucedió en un contexto marcado por la convulsión social de las protestas de 2019 (iniciadas por el aumento del metro, pero convertidas rápidamente en una revuelta general) y la pandemia de Covid-19, en la cual los adultos mayores son población de riesgo. Así, la relación entre voto joven y voto de los +60 será una de las claves de la elección.

Por otro lado, visto desde la división izquierda-derecha, se observa en general una inclinación del electorado hacia la derecha del espectro ideológico. Los votos potenciales que muestran las encuestas dejarían a la derecha con cerca del 50 %, cuando se suman las cosechas de Kast, Sichel y Parisi. Pero nuevamente, como la votación es optativa, el resultado es un gran interrogante y dependerá de qué tanto se movilicen para votar los distintos segmentos, tanto este domingo como en la segunda vuelta del 19 de diciembre.

Hoy las elecciones chilenas parecen perfilarse a una segunda vuelta polarizada ideológicamente, en donde el rechazo a los candidatos sea la clave definidora.

En cuanto a la situación de la pandemia, en las últimas semanas ha habido un repunte significativo de casos y en mucha menor medida de muertes (debido al avance de la vacunación). Esto alimenta los interrogantes sobre la participación de los +60, tanto ahora como para la decisiva segunda vuelta. Por otro lado, en diciembre será clave el nivel de rechazo que tengan los dos contendientes que pasen a segunda vuelta, pudiendo ser ese un motivo para movilizar a los votantes en un sistema donde el voto no es obligatorio.

Hoy las elecciones chilenas parecen perfilarse a una segunda vuelta polarizada ideológicamente, en donde el rechazo a los candidatos sea la clave definidora. Eso si no hay sorpresas este domingo y un tercero en discordia no desplaza o bien al derechista Kast o bien a izquierdista Gabriel Boric.

Quién es quién en las elecciones chilenas

José Antonio Kast (55 años): el candidato es el líder del Partido Republicano, fundado en 2019, definido como extrema derecha en función de su reivindicación a Pinochet y su marcado autoritarismo.

Gabriel Boric (35 años): diputado nacional desde 2014, afiliado al partido Convergencia Social que integra la coalición Apruebo Dignidad (AD). Anteriormente fue presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.

Yasna Provoste (51 años): fue ministra durante el gobierno de Ricardo Lagos y gobernadora de la provincia de Huasco. Está afiliada al Partido Demócrata Cristiano (el cual formó parte de la Concertación) que hoy compone la coalición Nuevo Pacto Social (NPS).

Sebastián Sichel (44 años): es el candidato de Chile Vamos, la coalición oficialista, fue ministro de Piñera aunque anteriormente fue funcionario en el gobierno de Michelle Bachelet y cercano a la Concertación.

Eduardo Artés (70 años): del Partido Comunista Chileno, se presenta con el sello Unión Patriótica (UPA). Según los sondeos, está cerca del 2% de los votos según los sondeos de hace 15 días.

Marco Enríquez-Ominami (48 años): pertenece al Partido Progresista (PRO) y es fundador  del Grupo de Puebla, foro que reúne a movimientos y partidos de izquierda de la región. Los sondeos lo mostraban con cerca del 6% de intención de voto.

Franco Parisi (54 años): junto con Kast es otra de las novedades de la elección. Economista de derecha, etiquetado como populista, tenía una intención de voto que ronda el 10%.

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