China al frente de la recuperación económica post pandemia
Mientras el FMI prevé que China será la única potencia con expansión del PBI en 2020, se abren nuevas oportunidades para el sector financiero de la mano de mayor apertura y mejores tasas de interés que Occidente. El desafío del régimen de gobierno.
Por Ignacio Lautaro Pirotta | 18-10-2020 10:25hs
El país en donde se originó la pandemia de Covid-19 ha sido uno de los más efectivos a la hora de contener el virus. Según las autoridades, las muertes totalizan 4634 en China continental y actualmente hay unos 240 casos activos, siendo 4 de ellos de gravedad. El pasado fin de semana, se identificó un pequeño brote de 11 casos en la ciudad de Qingdao, provincia de Shandong, motivo por el cual entre el lunes y miércoles se realizaron 7,5 millones de test, sobre una población de 11 millones de la ciudad, de acuerdo a la agencia de noticias Xinhua.
La eficacia china para contener el virus se ha traducido en una drástica reducción del impacto económico negativo de la pandemia. Según el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) dado a conocer esta semana, China será la única potencia que crecerá en 2020, con un incremento del 1,9% de su PBI en relación a 2019. Para el año próximo, prevé un rebote de 8,2% y una posterior recuperación de la tasa de crecimiento de los años anteriores. Aunque lejos de las “tasas chinas” de entre el 10 y el 15% de hace más de una década, en los últimos años China ha crecido en torno al 6% anual, por encima del promedio mundial. La expansión del PBI de este año será la menor desde 1976.
Por otra parte, el comercio exterior chino ha mostrado una vigorosa recuperación. Según la Administración General de Aduanas, creció un 7,5% en el tercer trimestre en comparación con el mismo período del año pasado, compensando la disminución de los dos primeros trimestres y totalizando un aumento del 0,7% en lo que va del año. Cabe señalar que las importaciones de granos están siendo centrales en la actual expansión del comercio exterior, sobre todo proveniente de Estados Unidos, luego del acuerdo comercial denominado Fase Uno, firmado en enero de este año y con el que se desescaló la Guerra Comercial entre ambas potencias.
En cuanto al sector financiero, esta semana, dos artículos de medios internacionales han subrayado que este no se ha visto afectado por la llamada Guerra Comercial. Para Patrick Jenquis, en el Financial Times, si 2020 ha sido el año en que la escalada de tensiones con China hizo recordar a las tensiones con la Unión Soviética en los 80’s, “también ha sido el año en que Beijing -después de 20 años de liberalización financiera a pasos de bebé- finalmente ha abierto sus puertas a Wall Street”. El autor argumenta que se ha iniciado una nueva etapa en la vinculación financiera entre ambos países a partir de la ampliación de actividades de JPMorgan y Goldman Sachs, así como nuevas aperturas y habilitaciones para operar.
Son tres los factores que están confluyendo en altas inversiones financieras extranjeras en general en el país asiático: la recuperación económica post Covid, las sucesivas aperturas de su mercado de capitales y las bajas tasas de interés en Occidente.
Peter McGill, en el South China Morning Post, señala que en el contexto de la Guerra Comercial, Estados Unidos dio pocos pasos en dirección a desacoplar sus servicios financieros de China. Lejos de distanciarse, Wall Street está intensificando el vínculo. Apunta que son tres los factores que están confluyendo en altas inversiones financieras extranjeras en general en el país asiático: la recuperación económica post Covid, las sucesivas aperturas de su mercado de capitales y las bajas tasas de interés en Occidente, que están llevando miles de millones de dólares estadounidenses a activos y bonos chinos, donde hay tasas mucho mejores.
Otro factor que está ayudando al crecimiento del sector financiero chino son los crecientes ahorros de la clase media. Según McGill, “las autoridades chinas están ansiosas por desarrollar el mercado de pensiones y seguros del país”, lo que podría continuar estrechando los lazos, ya que “los administradores de activos estadounidenses están entre los que se encuentran ansiosos por ayudar”.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas de China, la clase media está compuesta por 400 millones de personas, sobre una población total de 1.394 millones, y se espera que continúe creciendo en los próximos años. Desde que China comenzó las reformas de liberalización económica en 1978, 850 millones de personas han salido de la pobreza, de acuerdo al Banco Mundial.
Sin embargo, no todo son buenas noticias para China y su protagonismo internacional en el mundo post Covid. Diferentes estudios, como el de Pew Research Center, en Estados Unidos, dan cuenta de un creciente rechazo hacia el país asiático entre los ciudadanos de las potencias de Occidente. Lo que impulsa ese malestar son las sospechas de que se habría ocultado información sobre la gravedad del virus en el inicio del brote en Wuhan y la consecuente responsabilidad del gobierno chino por la pandemia. Esto se combina con la ausencia de democracia liberal y las acusaciones de opacidad del régimen chino.
Por último, es imposible escindir el régimen de partido único del éxito de la economía china de las últimas décadas. A pesar de que se trate de una economía capitalista, la intervención del Estado y las empresas estatales son claves, así como la planificación estratégica a largo plazo. Todo indica que, en el plano internacional, China saldrá bien parada de la pandemia, y posiblemente con más protagonismo aún. Las críticas a su régimen de gobierno, de un lado, y las ponderaciones positivas, sobre todo en comparación con la decadencia de la política norteamericana, del otro, serán uno de los temas más relevantes de la política internacional en la era de la post pandemia.
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