Luego de una drástica caída de los precios, China dispuso la compra de 20.000 toneladas de carne de cerdo para mantener las reservas estatales con suficiente stock como para contener los precios.

Los precios internacionales cayeron un 65 % recientemente, desde enero de este año hasta la fecha, sumándole presión a los productores ganaderos chinos que, ya asediados por los brotes de Peste Porcina Africana, comenzaron a vender sus cerdos de manera masiva para evitar seguir perdiendo dinero.

Las denominadas "ventas pánico" de los productores chinos en pos de mantener las ganancias o evitar trabajar a perdida generó mucho revuelo en las autoridades chinas, quienes, en un contexto en el cual el gigante asiático busca recomponer los stocks de cerdos luego de la PPA, buscan contener la cría de animales y los stocks ya que la baja en estos incidirá directamente en los precios.

Para frenar subas desmedidas de precios y evitar que estas impacten en el consumo desfavorablemente, China utiliza una reserva estatal de carne de cerdo congelada que viene manteniendo desde el 2007. Esta carne congelada es, in fine, una carta que el Gobierno chino utiliza en casos de emergencia para equilibrar la oferta y la demanda.

La última vez que las autoridades chinas compraron carne de cerdo para esta reserva fue durante febrero y marzo del 2019, período en el que compraron casi 200.000 toneladas. Y, si bien el stock de la reserva es un secreto de estado, el Centro de Gestión de Reservas de Mercancías de China aseguró que comprarán 20.000 toneladas de carne en un futuro cercano para incorporarlo a las reservas.

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