China desacelera su crecimiento
La crisis energética y la crisis de pagos del grupo Evergrande socavan el crecimiento de China y echan un manto de incertidumbre sobre el futuro inmediato de la segunda economía mundial.
Por Ignacio Lautaro Pirotta | 23-10-2021 10:30hs
En el tercer trimestre China creció apenas un 0,2 %, representando el peor registro en una década. La crisis energética que afectó con apagones a la producción y la población en general aparece como la principal causa, aunque también genera preocupación cómo será el desenlace de la crisis del grupo Evergrande.
Durante los meses de agosto y septiembre, 20 de las 23 provincias de China experimentaron cortes de energía y medidas de racionamiento debido a la crisis del sector. La crisis de energía se originó a partir de una confluencia de factores.
En primer lugar, el carbón incrementó su valor tanto por la creciente demanda externa como por problemas dentro de China. De acuerdo al boletín del Observatorio de China de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), coincidieron el cierre de algunas minas por causa de accidentes de seguridad, la decisión de algunas fábricas de guardar stock para el invierno y, finalmente, el aumento de precios que hizo entrar en juego los controles estatales, haciendo que algunos productores decidieran ralentizar o detener la producción de carbón.
En segundo lugar, de acuerdo al informe de la CERA, la reactivación económica de otros países impulsó el consumo de bienes producidos en China, incrementando el consumo de energía. Por último, algunos ajustes en el marco del “Plan para mejorar la intensidad y volumen del consumo de energía” redundaron en recortes del suministro en algunas provincias.
El combo, terminó produciendo la crisis energética que afectó no sólo a consumidores de hogares, sino también al comercio y la producción. En respuesta, el Gobierno incrementó el valor de la energía eléctrica en un 20 % y esta última semana ordenó a las minas de carbón producir el máximo posible. Sin embargo, desde la Cámara de Comercio de la Unión Europea informaron que estiman que la crisis energética de la segunda economía del mundo se prolongue hasta marzo de 2022.
El otro gran problema que enfrenta la economía china es la crisis del grupo Evergrande, un gigante del sector inmobiliario que en la última década se ha expandido a otros rubros, como automóviles eléctricos, entretenimiento, alimentos e incluso deporte, siendo dueña del club Guangzhou Evergrande, campeón de la liga nacional de fútbol.
En lo que va de 2021 las acciones del grupo perdieron 80 % de su valor.
La diversificación del grupo trajo aparejado un incremento extraordinario de sus pasivos, llegando a los 300 mil millones de dólares en 2021, más del triple de lo que poseía menos de una década antes. Ya desde el año pasado la deuda del grupo venía generando temores, y en el transcurso de este año la crisis quedó de manifiesto ante las dificultades de pago. En lo que va de 2021 las acciones del grupo perdieron 80 % de su valor.
La crisis de deuda de Evergrande abre el interrogante respecto a cómo actuará el Gobierno chino. Este viernes el grupo pudo cumplir con un vencimiento de deuda offshore, llevando calma a los acreedores. Las autoridades chinas han declarado que los acreedores internacionales no tienen que preocuparse ya que sus intereses estarán protegidos.
Hasta aquí, la intervención estatal ha consistido en la adquisición de algunos activos del grupo por parte de compañías estatales, y no en un rescate directo como los que realizó Estados Unidos en 2008 y 2009, luego de la quiebra de Lehman Brothers. La adquisición de activos, que a fines de septiembre llegaba a un 20 % del total de Evergrande, ha evitado la cesación de pagos por parte del grupo. Sin embargo, la crisis aún genera preocupación entre los acreedores internacionales y otros agentes económicos que podrían verse perjudicados de manera directa o indirecta.
Según un artículo publicado en el diario norteamericano Financial Times, la crisis inmobiliaria socava las ilusiones de un nuevo boom de commodities.
Por ejemplo, la crisis inmobiliaria podría arrastrar al sector minero. Uno de los principales proveedores chinos es Brasil, fundamentalmente mediante la provisión de hierro y la compañía Vale. La compañía brasileña líder en mineral de hierro ha perdido un 16 % de su valor en bolsa en lo que va del año.
Según un artículo publicado en el diario norteamericano Financial Times, la crisis inmobiliaria socava las ilusiones de un nuevo boom de commodities. A los problemas del sector inmobiliario, y de manera más general de la construcción, según el diario, habría que sumarle que la escasez de barcos y la suba del precio de los contenedores no serán para siempre, presionando en el futuro a la baja los precios de los alimentos.
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