Pese a que el Gobierno chino intenta constantemente dar por tierras las dudas y críticas a la gestión del coronavirus presuntamente originado en Wuhan, se levantaron nuevamente las sospechas a partir de que el microbiólogo, físico y cirujano hongkonés, Kwok Yung Yuen, hablara con la BBC y manifestara su desacuerdo con la gestión de la pandemia.

De acuerdo a lo que detalló Yung Yuen, el 12 de enero él habría detectado el coronavirus en una familia que se encontraba a más de 1000 km de Wuhan, por lo que dedujo que se trataba de un "virus de transmisión de humano a humano", e informó a las autoridades.

No obstante, el Gobierno chino tardó más de una semana en hacer público lo que se había detectado y la virulencia del mismo, ocasionando por omisión un "potencial aumento de casos en un 95%", según la Universidad de Southampton, ya que de advertir al mundo la situación a tiempo y por ende alertar sobre la necesidad de tomar medidas, se pudo haber evitado las 650.000 personas acaecidas y los mas de 16 millones de casos positivos.

Los funcionarios locales escondieron la escala del brote inicial al destruir evidencia física y retrasar la respuesta a los hallazgos científicos.

Yuen es uno de los tantos científicos chinos que denunciaron el brote de coronavirus durante el inicio de la pandemia y fueron ignorados. Para el microbiólogo, "los funcionarios locales escondieron la escala del brote inicial al destruir evidencia física y retrasar la respuesta a los hallazgos científicos".

"Cuando fuimos al supermercado de Huanan, no había nada", dijo Yuen a la British Broadcasting Corporation (BBC), "la escena del crimen ya estaba perturbada porque cuando fuimos el supermercado había sido limpiado y no se pudo identificar ningún huésped que esté transmitiendo el virus a los humanos".

Funcionarios locales ordenaron reprimir la información.

El alcance de la pandemia, de acuerdo a él, podría haber sido significativamente más reducida si en lugar de "limpiar la escena del crimen" y silenciar científicos hubiesen tomado medidas a tiempo: "Los funcionarios locales que se suponen que transmiten la información, no han permitido que esto se haga tan fácilmente como debería", afrimó Yuan.

A su vez, el microbiólogo confirmó que "funcionarios locales ordenaron reprimir la información". Si bien eso ya se había hecho publico luego de que Li Wenliang, médico que alertó sobre la existencia de la COVID-19, denunció haber sido censurado y perseguido por el gobierno por manifestarse; el discurso del gigante asiático intenta cambiar la perspectiva de la población china utilizando censuras en las redes sociales para esconder la situación.

Lo cierto es que una vez más, aunque la Organización Mundial de la Salud haya dicho que la gestión china fue "abierta, transparente y responsable", los dichos de Yung Yuen hicieron que el occidente vuelva a poner bajo sospecha la gestión china en relación al coronavirus y su incidencia en el alcance de ésta.

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