El 4 de julio fue una fecha con sorpresas para los Frigoríficos Brasileños, los Chinos habían suspendido el suministro de carnes por miedo al contagio de Covid-19.

Esa noticia que fue sorpresa primero, y una enorme complicación luego para los empresarios Brasileños, duró hasta hace unos días, cuando las autoridades Chinas levantaron la prohibición. Se volvió a la comercialización habitual pero con los cuidados del caso, es decir, mayores controles que garanticen la calidad de los alimentos enviados, en especial se pide sanidad en la manipulación de las cajas y embalajes donde son trasladadas las piezas de carnes.

La Empresa BRF, que está con sus reales en el Estado Rio Grande Do Sur, tuvo varios casos de Covid-19 entre sus empleados y eso resintió el contacto comercial con el líder asiático.

Las inspecciones Chinas son permanentes y, actualmente, aún permanecen suspendidas 3 plantas en Rio Grande do Sud y 1 en Santa Catarina.

El Grupo Brasileño está consolidado luego de la investigación y denuncia de la policía Brasileña, que en el 2017 los denunció por comercializar carnes en mal estado. El Grupo es fuerte en el comercio de aves procesadas y congeladas, que se vio favorecida en su liderazgo global, con ciertas fusiones y compras efectuadas en el año 2013, como ser la adquisición de Seara, en donde incrementó un 33% la producción porcina, un 14% la de cuero, pasando a ser la segunda mayor plataforma de producción y distribución de productos de valor agregado de Brasil.

Esta decisión de China, los vuelve a poner en una lucha por los primeros puestos en el Comercio Mundial de carnes, estratégicamente esto es clave para Brasil y sus empresas, lo cual le demandará mayores y mejores controles en toda la línea de proceso y comercialización. Estos cambios son profundos y hay que hacerlos a conciencia, para determinar el presente y el futuro en comercios que cada vez son más competitivos.

En el caso de BRF, tiene actualmente 14 plantas habilitadas para exportar a China, de las cuales 10 son de aves, 3 de cerdos y 1 de menudos de cerdos, la cual es muy solicitada por el consumidor medio de China y de alta rentabilidad.

Marfrig es otra de las empresas habilitadas por China, con sede en Sao Paulo, y que tiene unos 90.000 empleados en sus plantas que están distribuidas alrededor del Mundo, ya que no solo tiene en Brasil, sino en Argentina, Reino Unido, Tailandia, Australia entre otros, siendo sí en Brasil el segundo emporio cárnico.

Las inspecciones Chinas son permanentes y, actualmente, aún permanecen suspendidas 3 plantas en Rio Grande do Sud y 1 en Santa Catarina.

Esta nueva normalidad adquiere una conducta constante en el comercio internacional y a lo que siempre fue determinante, tener cantidad y calidad, ahora hay que agregarles controles sanitarios de excelencia.

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