Colonos de la provincia elaboran biopreparados apostando a la agricultura orgánica
Trabajan en la transición del cultivo con agroquímicos al cultivo agroecológico. En el municipio de Pozo Azul, buscan cultivar sin contaminantes. Estos preparados se comercializan a $300, comparados con los que se adquieren en los comercios agropecuarios a $1200.
Por Marisa Massaccesi | 23-05-2021 02:06hs
Un número importante de familias misioneras vienen apostando a la agricultura orgánica, con la aplicación de abonos, fertilizantes y caldos producidos sin procesos químicos.
Un ejemplo claro es el cultivo de tabaco y en ese sentido, en las parcelas de tierra de la biofábrica del paraje Santa Cruz del Monte, en el municipio de Pozo Azul, los colonos buscan cultivar sin contaminantes.
Los productores ven favorable cambiar hacia el uso de productos amigables con el ambiente y que potencien la producción y por eso, encontraron en la elaboración de estos biopreparados una solución económica conveniente, en comparación con los fertilizantes o abonos que, en muchos casos, no resultaban efectivos.
En diálogo con un diario misionero, contaron su experiencia en la elaboración de estos preparados. En el caso de Valdir Da Silva Barboza, comentó que con resultados alentadores, trabaja con tres tipos de cobertura de suelo: vicia, mucuna y avena.
“Comencé a aplicar estos productos notando que funcionan, son muy buenos para todo tipo de plantación. Y así se fue conociendo, fuimos probando, modificando la dosificación para cada planta. Hoy lo que ofrecemos brinda garantía de buenos resultados”, indicó el productor en diálogo con El Territorio.
En este sentido, para impulsar la transición del cultivo con agroquímico al cultivo agroecológico, el productor Fernando Calello, que viene realizando actividades en la provincia con un grupo de personas, expresó que “una vez hechas las pruebas y comprobar que es una herramienta útil, comenzamos a difundirlo. Valdir aceptó sumarse y fue así como comenzamos a trabajar juntos”.
En lo que respecta a la elaboración de estos preparados, se utilizan materiales secundarios que la mayoría de los colonos ya tienen en sus chacras: abonos, biofertilizantes y caldos minerales.
Por su parte, el productor Juan Trofino aclaró que estos abonos son sólidos para preparar la tierra de diferentes características. Según explicó, los biofertilizantes son como un abono, pero de aplicación foliar, que se logra con fermentación y los caldos son mezclas de minerales para el control de las plagas. “Lo que tienen en común es que trabajan en la nutrición de la planta. Nosotros tratamos de hacer la mayor diversidad posible buscando y teniendo siempre en cuenta la necesidad del productor”.
De abonos y fertilizantes
De acuerdo a la experiencia compartida por estos colonos, para el caso de los abonos, los componentes que utilizan son: estiércol, vainas del poroto, marlo del maíz molido, las cáscaras del arroz, tierra de monte, ceniza, polvo de roca y polvo de carbón. Inmediatamente se continúa con el proceso de macerado y para ello se utilizan microorganismos del monte, cosechados y reproducidos en el lugar que ayudan a la fermentación en comparación a un compost normal.
En tanto que para los fertilizantes se utiliza agua y azúcar. “En realidad acá nosotros trapichamos la caña y usamos la guarapa”, dice Trofino, quien continúa explicando el proceso: “Después le agregamos el macerado de algunas plantas, como la ortiga, y los minerales que necesitamos de acuerdo a la deficiencia del suelo. Eso se mezcla todo en tambor, cuando comienza a fermentar se tapa y se los deja por dos meses y está listo para colocar a la planta”.
En lo que respecta a la elaboración del caldo, se hierve ceniza con jabón y agua, durante 30 minutos. Esta mezcla sirve para controlar varias plagas. En cuanto al rinde en la elaboración de los preparados, llegan a fabricar 1.500 kilos de abono y 200 litros de abono foliar en un mes.
Si se tiene en cuenta el valor de un fertilizante que se vende en una agropecuaria, a 1.200 pesos, en la biofábrica, los preparados lo comercializan a 300 pesos. “Uno de los factores que torna la alternativa viable, que es la diferencia notoria entre un cultivo al que se le implementó estos biopreparados, es que al fabricarlos en la chacra abaratamos los costos y el productor se entusiasma”, señaló Barboza.
Estos productores misioneros, entusiasmados con el éxito que van obteniendo hasta el momento, contaron además que hubo un avance en los yerbales, con la aplicación de estos biopreparados, ya que se ven los logros al curar las plantas del rulo, logrando disminuir y frenar la caída de la hoja.
Gracias a experiencias como las que comparten estos productores, desde de otras colonias consultan por los productos e indagan en cómo contribuir para lograr reducir el impacto ambiental ayudando al desarrollo sostenible del entorno.
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