Cómo funcionan las elecciones estadounidenses
Repasamos las particularidades del sistema electoral estadounidense, el Colegio Electoral, la votación por estados, voto por adelantado y voto por correo. Lo que necesitas saber sobre las elecciones del país más poderoso del planeta.
Por Ignacio Lautaro Pirotta | 03-11-2020 10:26hs
A diferencia de la Argentina, Estados Unidos tiene un sistema de votación indirecto: el presidente es elegido por el Colegio Electoral, el cual se conforma por 538 delegados elegidos por el voto popular en las elecciones generales. Por lo tanto, la clave no es obtener la mayoría del voto popular, sino alcanzar los 270 delegados necesarios para ganar.
Además, el sistema electoral estadounidense tiene otra particularidad. La composición del Colegio Electoral se realiza mediante cada una de las unidades de la Federación (es decir, los estados). Por lo tanto, no hay una elección nacional, sino más bien varias elecciones estaduales. En 48 de los 50 estados rige el sistema de mayoría simple, según el cual el partido que recibe más votos se queda con todos los delegados de ese estado. Por ejemplo, si en el estado de Florida el Partido Republicano (Trump) obtiene tan solo 500 votos más que los demócratas, se queda con los 29 delegados de ese estado en el Colegio Electoral. Por eso se dice que en el sistema de mayoría simple “el ganador se lleva todo”. Los estados de Maine y Nebraska son los únicos que tienen representación proporcional.
La asignación de la cantidad de delegados por estado se realiza en base al censo nacional, valiendo para las elecciones de este año el censo de 2010. Los estados con más delegados son California (55), Texas (38), Florida (29) y Nueva York (29). De esos cuatro estados dos históricamente votan de manera amplia -más de diez puntos de diferencia- por los demócratas (California y New York) y uno por los republicanos (Texas), mientras que Florida es lo que se llama un estado “pendular”, aquellos que bien oscilan entre uno u otro partido, o bien donde la diferencia suele ser menor a diez puntos. Estos estados pendulares comúnmente son los más decisivos en las elecciones y, debido a su tamaño, Florida es el caso más conocido. Además, en las últimas elecciones el ganador de Florida se ha quedado con la mayoría en el Colegio Electoral, otorgándole centralidad a ese renombrado estado.
Este sistema tiene algunas implicancias, por ejemplo que el ganador de las elecciones puede no coincidir con el ganador del voto popular. Fue lo que ocurrió en 2016, cuando Trump obtuvo casi 3 millones de votos menos que Hillary Clinton. Lo mismo había sucedido en el año 2000, con George W. Bush y, de acuerdo a los sondeos de opinión pública, en esta oportunidad es casi seguro que Trump no obtendrá la mayoría de los votos populares. Las posibilidades de que Trump obtenga o no una mayoría en el Colegio Electoral pasan por seis estados: Arizona, Georgia, Florida, Carolina del Norte, Ohio e Iowa.
Otro fenómeno es que, como consecuencia del sistema de votación por estados, temas de interés mayormente local pueden adquirir una proyección nacional. El caso más paradigmático es el de la relevancia de Cuba en la política norteamericana como consecuencia de los cubanos emigrados a Miami (Florida) luego de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959. Con el pasar de los años, Cuba perdió la relevancia política para el continente que supo tener en los sesenta y setenta, pero no así para la política doméstica estadounidense. El peso de la comunidad cubano-estadounidense de Miami en las elecciones de Florida contribuye a que la isla de 11 millones de habitantes continúe en la agenda a nivel nacional. Sin ir más lejos, esta semana Trump dijo que su oponente, Joe Biden, es un títere del castrismo.
Por último, hay tres formas de votación: presencialmente el día de la elección, presencialmente por adelantado y por correo. Como consecuencia de la pandemia, tanto el voto por adelantado como el voto por correo han sido récord en estas elecciones. El voto por correo será clave en el conteo, ya que se prevé que los republicanos intenten anular la mayor cantidad posible en función de que han sido los electores demócratas los que se han volcado masivamente a este tipo de votación. Además, parte del voto por correo será contabilizado en los días posteriores a la elección, pudiendo modificar el resultado parcial.
Frente al escenario de votación por correo masiva y la posibilidad de que muchos conteos estaduales sean judicializados, es poco probable que en la madrugada del miércoles se conozca quién asumirá la presidencia el 20 de enero de 2021.