Cada vez más personas incorporan productos naturales a sus rutinas de salud, alimentación e higiene. El cambio del shampoo industrial por el sólido sigue esta misma línea, contando con muchísimos beneficios, que no sólo suponen un menor impacto ambiental, sino que también son más saludables, debido a que no contienen sustancias químicas.

El shampoo sólido es una alternativa efectiva al shampoo industrial y además es respetuoso con el medio ambiente, deja el cabello igualmente limpio y también es más económico.

La producción mundial de plásticos ha aumentado de forma exponencial de 2,3 millones de toneladas en 1950 a 162 millones en 1993 y a 448 millones en 2015. Hoy en día se estima que llegan cerca de 12 millones de toneladas de plástico a los océanos, siendo entre 100 y 500 años el tiempo estimado que tarda en degradarse un envase plástico.

El shampoo sólido representa una opción sustentable, que además de ser muy sencillo de hacer, al comercializarse, por su formato, es más fácil de empacar sin utilizar envases plásticos. A su vez, no es testeado en animales y al estar producido con arcillas y aceites naturales, se encuentra libre de sulfatos, parabenos y conservantes, por lo que también representa un beneficio para la salud capilar.

¿Cómo hacer shampoo sólido en casa?

Estos son los ingredientes necesarios:

• SCI (45 gr)
• Manteca de karité refinada (10 gr)
• Hidrolato de romero (10 gr)
• SCS (10 gr)
• Almidón de arroz (5 gr)
• Extracto de arroz (5 gr)
• Placenta vegetal (5 gr)
• Aceite de avellana (3 gr)
• Arcilla blanca (5 gr)
• Aceite esencial a elección (2 gr)

El SCI (Sodium Cocoyl Isethionate) es un tensioactivo de origen vegetal que se obtiene de los ácidos grasos del aceite de coco y se destaca por sus propiedades limpiadoras y espumantes.

Estas características del SCI se complementan con las SCS, un tensioactivo suave, también de origen vegetal que aportará espuma e incrementará la acción limpiadora del producto final.

Esta receta incluye también almidón de arroz y arcilla blanca. El primero actuará como apelmazante y el segundo como endurecedor, es decir, ayudan a que el shampoo quede con la textura adecuada y lo mejor de todo, es que lo conseguimos de forma natural.

Por eso estos cuatro ingredientes en polvo son la parte fundamental de la receta. Los tensioactivos no se pueden sustituir por otro ingrediente, mientras que el almidón y la arcilla puedes cambiarlos por otros. Por ejemplo, el almidón de maíz o la arcilla verde serían otra opción estupenda para elaborar tu champú sólido.

Paso a paso:

• Pesar la manteca de karité y los aceites vegetales en un recipiente y calentar al baño maría hasta que la manteca se funda. Hacer a fuego suave para que no llegue a hervir.
• Juntar los ingredientes en polvo en otro bol: el SCI, el SCS, el almidón de arroz y la arcilla blanca.
• Mezclar bien estos ingredientes y verter sobre ellos la manteca fundida y los aceites.
• Incorporar uno a uno y por este orden los activos: el hidrolato de romero, el extracto de arroz y la placenta vegetal.
• Remover con energía durante varios minutos hasta conseguir una pasta fina y sin grumos. Tiene que quedar con una textura similar a la plastilina.
• Amasar la pasta con las manos y rellenar los moldes. Hay que presionar para que quede bien relleno y no haya burbujas de aire.
• Dejar secar un par de horas y desmoldar.

Fuente receta: hacerjabones.es

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