En el plenario de las comisiones de Minería, Energía y Combustibles y de Presupuesto y Hacienda del Senado, se dio dictamen al proyecto “Marco Regulatorio de Biocombustibles” presentado por el oficialismo para reemplazar a la Ley 26.093. Con la presencia del secretario de Energía, Darío Martínez, quien amplió detalles de la iniciativa del Frente de Todos (FdT), se obtuvieron los votos necesarios para pasar a debate en la Cámara Alta.

Cabe destacar que la misma Cámara fue la que en octubre de 2020 había definido la prórroga por 4 años de la Ley de Promoción de Biocombustibles que vencía en mayo y que, ante la falta de acuerdo, se extendió por el Poder Ejecutivo hasta el próximo 12 de julio. En esta ocasión se la dará tratamiento a un nuevo marco legal que se extendería hasta el 31 de diciembre de 2030.

En la reunión, que duró aproximadamente 3 horas y se realizó a través de videoconferencia, el secretario de Energía respaldó la iniciativa cuya autoría corresponde a los diputados Omar Felix y Marcos Cleri y que obtuvo media sanción en mayo. Señalando que el objetivo primordial "es dar previsibilidad en materia energética", Martínez afirmó que la iniciativa generará recursos y empleos ya que servirá a las diferentes “regiones para poder transformar la soja, el maíz, la caña de azúcar y al sistema en general". Además, informó que resulta necesaria la aprobación de la misma en un corto plazo ya que de otra forma "no se pueden asegurar costos y precios".

El proyecto, que contó con el respaldo de Máximo Kirchner, propone un recorte del 10% al 5% del biodiesel para el corte de gasoil. En tanto, mantiene en 12% el corte de las naftas con bioetanol pero establece que deberá contener un 6 % del que se obtiene del maíz y otro 6 % del de caña.

Es sobre estos recortes, y su consecuente impacto en la industria, que surgen las críticas a la nueva norma. Desde la oposición, la legisladora por Córdoba, Laura Rodríguez Machado, calificó al proyecto como "antifederal, por no tener consenso; antiambiental, por no respetar los conceptos ambientales y seguir bajando la cantidad de biocombustibles; y por supuesto antiempleo, por las facultades discrecionales y no previsibles del Ejecutivo que ponen en riesgo la supervivencia de las plantas generadoras".

Propios y ajenos al kirchnerismo pidieron más tiempo para hacer aportes y ajustes al proyecto. Por su parte Alfredo De Angeli, senador de Juntos por el Cambio por Entre Ríos, lamentó que no se haya invitado a más expositores al debate en comisiones y solicitó revisar el proyecto alertando que el mismo va en contra de la producción de maíz. En línea con las consecuencias que podría tener sobre la producción de este cultivo, Carlos Caserio, presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda y senador por Córdoba, expresó que la reducción del corte de gasoil “va a colapsar el sistema de producción”.

Roberto Mirabella, legislador santafesino (FdT) y también autor de uno de los proyectos de ley que se presentó en 2020 para un nuevo marco regulatorio, expuso su preocupación respecto al impacto que la importación de combustibles tendría en su provincia y en el país en un momento "en el que Argentina necesita divisas". Mientras tanto, José Mayans, senador formoseño y jefe del bloque K, advirtió que si bien es entendible la celeridad que necesita el tratamiento del proyecto, también es importante hacerlo responsablemente. "Vamos a firmar despacho pero vamos a buscar también en este tiempo que se puedan hacer los aportes necesarios", añadió.

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