Con la asesoría del INTI, Argentina avanza hacia la economía circular
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial acompaña y asesora a empresas en uno de los ejes de la transformación verde.
Por Pamela Portigliatti | 16-06-2021 02:00hs
La economía circular se presenta como un cambio de paradigma, una alternativa al modelo de producción actual. A grandes rasgos, la economía lineal usa recursos de obtención simple y energía proveniente de combustibles fósiles. Este sistema propone extraer, producir, usar y tirar, sobreexplotando la oferta de materia prima y poniendo en riesgo el equilibrio del ciclo de regeneración de los recursos, lo que a largo plazo lo vuelve insostenible.
En contraposición surge el concepto circular de la economía, una propuesta que pone su visión en el desarrollo sostenible. Este modelo, que procura congeniar desarrollo económico con cuidado del medio ambiente, aprovecha los recursos a través de la reducción de residuos, reutilización y reciclaje de los mismos como eje, buscando brindar así un alivio al ciclo de vida la natural.
Actualmente, Argentina se encuentra profundizando la adopción del sistema que día a día aumenta adhesiones en todo el mundo, ya que se alinea con los objetivos de descarbonización y de reducción de la temperatura global establecidos en el Acuerdo de París en 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 fijados por la Organización de Naciones Unidas (ONU). En este sentido, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se presenta como un facilitador para aquellas empresas que buscan trascender hacia los procesos de la economía circular, una lógica que además de reducir el impacto ambiental de la actividad productiva, genera cada vez más y mejores oportunidades de negocios para quienes estén dispuestos a cambiar la forma de hacer las cosas tal como las conocemos.
Los principales mercados externos hoy ponen a la agenda verde como un eje central.
Al respecto Rubén Geneyro, presidente del INTI, explicó a Télam en una entrevista que "los principales mercados externos hoy ponen a la agenda verde como un eje central". Este nuevo paradigma plantea a nivel mundial mayores exigencias ya que los mercados incorporan estándares de sustentabilidad que, al momento de comercializar los productos, abren o cierran puertas. "Pensamos la sustentabilidad como un eje estratégico desde la producción y como un elemento adicional para afianzar la promoción de las exportaciones de nuestras pymes en el mercado internacional", sumó Geneyro destacando que el modelo también genera nuevos nichos de mercado y oportunidades.
De esta forma el INTI, integrante de la Mesa Técnica de Trabajo de Economía Circular junto a los Ministerios de Ambiente y Desarrollo Productivo, se convierte en un aliado estratégico en el desarrollo y transferencia de conocimientos a la industria, un posibilitador para la evolución que se plantea como necesaria para funcionar a largo plazo, articulando entre diferentes sectores de la misma.
A nivel global, las empresas que aplicaron la economía circular a sus modelos de negocios “obtienen importantes beneficios económicos y de reputación” indicó una investigación publicada a comienzos de este año por la consultora española Kearney. Para el relevamiento, realizaron una encuesta a 150 empresas globales de las cuales el 32% indicaron ver beneficios reflejados en los ingresos, un 38% de ahorro en costes, un 50% más fidelización de clientes y un 70% de reconocimiento de marca.
¿Cómo hacer la transición hacia un modelo más verde?
Incorporar energías renovables, materiales reciclables y extender los ciclos de vida de los productos, eliminando la obsolescencia prematura, son algunas de las formas en las que la circularidad se puede incorporar a las empresas. Además resulta importante cambiar la visión para basar los productos en el rendimiento de los servicios que prestan, logrando así minimizar la generación de residuos y recuperar recursos para ser reutilizados o transformados.
Es un cambio de paradigma respecto a cómo se piensa la forma de generar ganancias.
En el país, un trabajo del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (Ceads) junto a la Agencia de Cooperación Alemana sobre Eficiencia de Recursos y Acción Climática en 2019 demostró que un 40% de las empresas relevadas se encontraban iniciando la transición hacia el nuevo modelo productivo. De las 80 empresas de la muestra analizada, entre las que participaron compañías dedicadas a los rubros de agronegocios, automotrices, infraestructura, manufactura, petróleo y gas, químicas y laboratorios, y servicios, se destacaron las siguientes estrategias: suministros circulares (19%), extensión del ciclo de vida del producto (19%) y recuperación de recursos (62%).
Sobre el recorrido de las empresas para comenzar la mutación hacia un sistema de producción más verde, la representante de la subgerencia de Química y Ambiente de INTI, Nadia Mazzeo, comentó a Télam que “es un cambio de paradigma respecto a cómo se piensa la forma de generar ganancias". La experta sugirió que inicialmente las compañías deberán revisar los ciclos de vida de los productos para poder contar con la información necesaria para “redefinir procesos, productos y servicios a través del eco-diseño y la producción más limpia; y en el desarrollo de nuevos productos como los biomateriales provenientes de la valorización de residuos”.