Cosecha de yerba mate: productores evalúan la tecnificación de la actividad
Si bien creció el interés por el uso de maquinaria para elevar el rendimiento, el proceso no es tan simple. Habría menos demanda de la mano de obra de peones rurales.
Por Marisa Massaccesi | 01-04-2021 09:03hs
Con la llegada de las nuevas tecnologías, los procesos tradicionales que se usan en las economías regionales están sujetos a una revisión. Algunos productores yerbateros de la provincia de la tierra colorada están evaluando levantar una parte de sus cosechas de manera mecanizada, que, según sus evaluaciones, con las cosechadoras adaptadas para tal fin, el proceso sería más fácil y rápido, y tanto el clima como los horarios no serían un problema porque se adaptaría de acuerdo a las circunstancias que se vayan presentando. Uno de los temas que más interés genera con este sistema, es la baja en el costo de la contratación de peones rurales.
Aunque la mecanización de la cosecha de yerba mate no se basa únicamente en el uso de máquinas, sino también en la implementación de distintas herramientas que permiten facilitar la labor del tarefero, es cierto que también presenta una serie de dudas: la compactación de los suelos, la separación de lo que se recoge con la maquinaría y la recuperación de las ramas.
En este contexto, la cosecha mecanizada de yerba mate avanza en Misiones, situación que establece nuevos desafíos en el sector. El productor y dirigente rural Cristian Klingbeil mostró su preocupación al expresar que “mucha gente será desplazada de sus trabajos, pero la mecanización es una realidad que se viene sola. Al productor le cuesta mucho cumplir todos los requerimientos para llevar a los trabajadores a la chacra, desde la instalación de baños, transporte, comida, llevar más herramientas e implementos, todo eso se puede evitar con una máquina y un camión. No digo que sea injusto o justo, pero es una realidad que se contempla al ver los costos y los requerimientos que se exigen”.
En tal sentido, Klingbeil hizo referencia a que en la provincia hay varios modelos de maquinarias y hasta se pueden hacer adaptaciones propias y no tan costosas con cosechadoras de té. “Se puede adaptar su máquina con el implemento para cortar la yerba, reforzar el eje delantero y puede tener una cosechadora de yerba”, afirmó el dirigente.
El productor misionero dijo que en primer lugar se debe realizar un análisis de los rendimientos de las plantas con un corte mecánico. Hay productores que ya evalúan que, si las máquinas les aseguran al menos la mitad de rendimientos, ya es interesante porque se ahorran muchos costos y exigencias que tienen con la contratación de personal.
En este contexto, más allá del debate por las herramientas, desde el sector reconocen que, con los buenos o estables precios de la infusión, está más presente la necesidad de pensar en optimizar trabajos para asegurar alguna ganancia. Klingbeil manifestó que "la mecanización se analiza como una muy interesante opción en casos donde no se logra o se demora mucho contar con tareferos para realizar la cosecha".
Postura del INTA Cerro Azul
Según una investigación del Instituto en 2020, para determinar el impacto a largo plazo de estas maquinarias en los yerbales de la provincia arrojó que, si bien en la región hay varias empresas que cuentan con maquinaria propia, “no alcanzaron a desarrollarlas y terminaron como un prototipo”.
Oportunamente, el investigador del INTA, Matías Skromeda señaló: "Los tiempos de la cosecha gruesa, que se realiza entre el otoño y el invierno, no alcanzaban para levantar toda la materia prima. En consecuencia, se pensó en una cosecha totalmente mecanizada. Eso vino aparejado con el faltante de mano de obra, que todavía es un problema".
Por otro lado, el investigador reveló que las principales desventajas que presenta la mecanización son por “el desconocimiento existente sobre el manejo correcto de la planta”. “Se desconoce el rendimiento que pueden llegar a tener estos cultivos de acá a 30 o 20 años, eso se está estudiando ahora. Es decir, debemos conocer cuál es el manejo de esa plantación y todo lo que viene aparejado con esto, es decir, el manejo de plagas, suelos, fertilizaciones y cubiertas, entre otros datos de base. Necesitamos adaptar el sistema en su totalidad”, aseveró el investigador.
Profesionalización del trabajo rural
En consonancia con lo expuesto, tanto los investigadores como los fabricantes de maquinarias coinciden en afirmar que, el uso de estas cosechadoras va ir avanzando de a poco, es un proceso de cambio del productor que da mucho trabajo.
“Necesitaremos gente especializada en podas de formación, limpieza y otras actividades para que el cultivo mantenga su rendimiento. Los operarios pasarán a tener una labor calificada y más especializada”, señaló Matías Skromeda del INTA. El investigador agregó que será una solución a la falta de la mano de obra, aunque aclaró que esta “seguirá siendo necesaria” ya que hay lugares donde las máquinas no pueden llegar
Por otra parte y para finalizar, algunos fabricantes de maquinarias manifestaron que en Argentina el camino hacia el cambio es lento, ya que el avance tiene que ver con cómo los productores van respondiendo a estos procesos.