¿Cosechamos hoy el maíz?
Si trillamos el maíz tardío en este mes con un grano muy húmedo, los costos son más elevados que esperarlo en pie dos o tres meses. Una correcta decisión implica comparar ventajas y desventajas, tanto económicas como técnicas.
Por Gerardo Gallo Candolo | 13-06-2021 10:56hs
En las últimas campañas la superficie sembrada de maíz tardío representa más de la mitad del área sembrada con este cereal. Los productores adoptaron esta estrategia productiva por múltiples razones y en junio muchos lotes estarían con la posibilidad de cosecharse.
Si se trilla en estos días con un grano muy húmedo, el costo de la trilla secada y flete es más alto que esperar ese maíz en pie y hacerlo en dos o tres meses. La disyuntiva implica comparar ventajas y desventajas, tanto económicas como técnicas, para una decisión correcta.
En primer lugar debemos pensar en el uso que le vamos a dar a ese maíz: si es para consumo de nuestra hacienda o venderlo a un vecino para ese fin. En tal caso no se puede pensar mucho ya que el atraso de la cosecha es sinónimo de desarrollo de micotoxinas perjudiciales para la salud de los animales. A medida que nos retrasamos las micotoxinas proliferan de tal manera que impactan en el consumo sanidad y producción, tanto de carne como de leche. Escenario que se agrava cuanto más húmedo es el invierno.
Una posibilidad es cosechar húmedo arreglando el pago de la trilla con base seca y embolsar para comerlo posteriormente en el propio campo ahorrando las diferencias. Esta alternativa puede ser interesante para consumirlo en el mismo invierno. En caso que se prolongue el consumo por más de dos meses puede complicarse la conservación, complicación que aumenta con el tenor de humedad del grano.
Una desventaja que tenemos cuando dejamos el maíz secándose en pie durante el invierno es la proliferación de malezas que compromete el control en la siguiente siembra. Podríamos sembrar un cultivo de cobertura que acompañe nuestro sistema productivo como una avena sembrada al voleo, pero eso implica también, en muchos casos, una disminución del ritmo de secada por la humedad que origina ese ambiente. Esta situación puede ser una alternativa de posible ahorro si el rinde estimado es alto y se pronostica un invierno semi-húmedo a seco.
Cuando el rinde esperado es bajo, una posibilidad es comerlo en pie con alambre eléctrico, estimando el consumo correcto para asignar parcelas diarias, con la precaución de retirar la hacienda en caso de lluvia priorizando siempre el cuidado del piso. Es por eso que nunca debería hacerse con terneros. La situación ideal es tener un verdeo o pradera cerca y manejar ese pastoreo por horas.
Una mejora en el ritmo de secada se observa cuando los surcos de siembra coinciden con los vientos predominantes del invierno, y se ayuda con la cosecha anticipada de las cabeceras.
Resumiendo podemos decir que generalmente se aconseja la cosecha temprana aunque eso resulte “más costoso” al margen de ese lote y esa campaña, pero resultaría “menos costoso” al sistema productivo de la empresa.