Hoy se cumplen 62 años del fallecimiento del “pintor de almanaques” Florencio Molina Campos, el inigualable creador de tantos personajes con diversas características relacionadas con la vida rural. Con su género cautivo el amplio mundo de la pintura, la ilustración y las caricaturas.

Su nombre completo era Florencio de los Ángeles Molina Campos. Era hijo de Florencio Molina Salas y de Josefina del Corazón de Jesús Campos, una familia tradicional de Buenos Aires.

Nació el 21 de agosto de 1891 y en el año 1926 cuando tenía 35 años realizo su primera exposición en la Sociedad Rural Argentina. El presidente de la Republica de ese momento, Marcelo Torcuato de Alvear, lo nombró profesor de arte del Colegio Nacional Nicolás Avellaneda después de presenciar la exposición.

Sus obras comenzaban por el cielo, luego colocaba las figuras que había dibujado en un papel manteca, las pintaba con sus pinceles de "marta" y dejaba para el final el detalle de los ojos.

Molina Campos, cuando era solo un niño, pasaba sus vacaciones en la estancia “Los Ángeles” ubicada en la localidad de Madariaga provincia de Buenos Aires. Cuando tenía nueve años y para matar su aburrimiento empezó a dibujar sus primeros gauchos. Uno de los personajes más importantes de sus obras estaba inspirado en Tiléforo Areco, el capataz de la estancia donde el vacacionaba.

Con el tiempo Florencio, ya instalado en Buenos Aires, comienza a escribir sus cuentos camperos y a dibujar sus recuerdos de la vida rural utilizando una técnica muy particular. Sus obras comenzaban por el cielo, luego colocaba las figuras que había dibujado en un papel manteca, las pintaba con sus pinceles de "marta" y dejaba para el final el detalle de los ojos. Sus primeros trabajos fueron con tintas, luego acuarelas y pastel para encontrar en la témpera su medio predilecto. Peculiarmente, se dice que nunca consideraba terminadas sus obras.

Sus almanaques fueron muy esperados en cada estación de tren, almacenes, pulperías, etc. Pero lo más importante fue que eran requeridos por todas las clases sociales.

En el año 1930 fue contratado por la firma argentina Alpargatas, su misión era pintar 12 obras, una para cada mes del año 1931, esta sería su primera presentación en un almanaque. Esta tradición duro hasta 1936 y luego desde 1940 hasta 1945. Sus almanaques fueron muy esperados en cada estación de tren, almacenes, pulperías, etc. Pero lo más importante fue que eran requeridos por todas las clases sociales.

El gran artista argentino fue contratado por Disney quien tenia una gran admiración por sus obras, el contrato era por tres películas pero Molina Campos no estaba de acuerdo en el tono que le querían imprimir a las costumbres gauchescas, de hecho renunció y Disney decidió convertir a las tres películas en una sola, conocida como "Saludos Amigos".

"Yo no hago más que expresar la realidad, exagerando ciertos rasgos, de personas y animales, como si los viera a través de un lente deformador. Pinto al gaucho, el que he visto en años lejanos, cuando aún existían verdaderos gauchos, porque los conozco y los comprendo. Dentro de poco, aventados por el progreso y el cosmopolitismo será tarde copiarlos al natural. Simplemente quiero captar y perpetuar en mi obra todo lo que hay de interesante y pintoresco en ese gauchaje que pronto será sólo un recuerdo, una leyenda", describió Molina Campos.

Florencio Molina Campos muere en su ciudad natal Buenos Aires, a los 68 años de edad, a causa de una operación y tras largos años de lucha contra una enfermedad terminal, dejándonos un inmenso legado de obras bien gauchas.

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