La semana pasada fue noticia la preocupación de varios gobiernos de la región por el avance descontrolado del coronavirus en Brasil. El gigante sudamericano comparte frontera con casi todos los países sudamericanos y es el sexto país del mundo con más casos. Los gobiernos de Uruguay, Paraguay y Argentina manifestaron de distintas maneras la preocupación por la situación en Brasil y posibles repercusiones en sus territorios.

Por ello, realizamos un breve repaso de la situación en los países limítrofes con la Argentina, incluído Brasil, para tener un pantallazo de cómo están nuestros vecinos en esta crisis del coronavirus.

Chile

El gobierno anunció este miércoles el establecimiento de una cuarentena general obligatoria para la provincia de Santiago y seis comunas aledañas a raíz del aumento de casos en las últimas semanas. Hasta ahora la estrategia del gobierno de Sebastián Piñera había consistido en las cuarentenas focalizadas y dinámicas, es decir, dependiendo de las necesidades de cada comuna se implementaba o se levantaba la cuarentena. Al igual que la Argentina, Chile detectó su primer caso de coronavirus el día 3 de marzo. Al miércoles 13 Chile contabiliza 34.231 casos y 346 muertes, con una población total de 18 millones de habitantes. El Ministerio de Salud informó que se encuentran ocupados 538 respiradores mecánicos y se cuenta aún con otros 553 disponibles.

A partir de este miércoles el foco del gobierno chileno estará en la región metropolitana de Santiago de Chile. Allí se concentran 7 millones de habitantes. Alberto Espina, el ministro de Defensa, informó que se desplegarán 14 mil funcionarios de las Fuerzas Armadas, Carabineros y Policía de Investigaciones. Además, se establecerán aduanas en los ingresos a la región y patrullajes permanentes. El ministro de Salud, Jaime Mañalich, se refirió a “la batalla por Santiago” como “la batalla crucial en la guerra contra el coronavirus”.

Uruguay

El gobierno de Lacalle Pou decretó la emergencia sanitaria el mismo día en que fue detectado el primer caso en el país, el 13 de marzo, y junto con ello decretó la suspensión de clases y eventos masivos y algunas actividades puntuales como construcción, centros comerciales, hoteles y restaurantes. Si bien se exhortó a la población a quedarse en casa, no se implementó una cuarentena general obligatoria. Desde entonces ha habido 719 casos y 19 muertes. Uruguay tiene una población de 3,4 millones, y se encuentran afectados 8 departamentos de un total de 19. El más afectado de los departamentos es Montevideo, con más de 500 contagios y 13 muertes.

Uruguay comenzó a flexibilizar sus medidas de restricción, primero con la liberación de la actividad de la construcción, luego con las escuelas rurales, comercios y por último, el pasado 5 de mayo, los empleados de la administración pública comenzaron a realizar trabajo presencial. Se espera que las próximas semanas reabran los shoppings y el gobierno ha anunciado que no quiere perder el año lectivo, por lo que el regreso de las clases debería suceder en los próximos meses.

Bolivia

El 21 de marzo el gobierno de la presidente interina, Jeanine Áñez, decretó la cuarentena total obligatoria, desde entonces han habido 2964 casos y 128 muertes. Desde el lunes 11 de mayo el gobierno nacional dejó en manos de gobernadores e intendentes la decisión de pasar a una cuarentena flexible de acuerdo a las necesidades de cada unidad subnacional. El Alto, La Paz y Santa Cruz, las tres ciudades con mayor población, decidieron mantener la cuarentena rígida.

En Bolivia la crisis del coronavirus se ha sumado a una aguda crisis política iniciada luego de la destitución de Evo Morales el pasado 11 de noviembre. Las nuevas elecciones estaban previstas para el 3 de mayo, pero se han postergado por la pandemia y actualmente existe una puja entre el gobierno interino y el MAS (Movimiento al Socialismo) de Evo Morales para fijar una nueva fecha.

El 7 de mayo el gobierno estableció mediante un decreto que la incitación al incumplimiento de la cuarentena así como la difusión de información contraria a la misma serán pasibles de denuncias penales. La medida, que avanza sobre la libertad de expresión, se enmarca en el contexto de un gobierno de tinte autoritario y origen fuertemente cuestionado desde la renuncia forzada de Evo Morales.

Paraguay

El gobierno de Mario Abdo Benítez decretó la cuarentena general obligatoria el 10 de marzo, tres días después de detectar el primer caso. Desde entonces ha habido un incremento de casos muy lento, pero repuntado en las últimas semanas debido a los repatriados, especialmente provenientes de Brasil. Hoy suma 740 casos y 11 muertes, con una población total de casi 7 millones de habitantes.

El 4 de mayo se puso en funcionamiento la fase 1 de la denominada “cuarentena inteligente”, con la apertura para actividades industriales y obras civiles, además de otras como peluquerías y labores domésticas. En lo que va del mes de mayo ha habido un incremento de casos y las autoridades han manifestado preocupación por el incremento del incumplimiento de la cuarentena. A fin de mes se evaluará nuevamente la situación y se decidirá si se mantiene la fase actual.

Brasil

Desde la primera semana de marzo gobernadores y alcaldes decretaron la cuarentena en sus jurisdicciones. Sin embargo, no ha habido una coordinación con el gobierno nacional de Jair Bolsonaro, quien se manifiesta contrario a la cuarentena y aboga por la vuelta a la actividad lo más pronto posible. A su vez, la cuarentena decretada inicialmente por los gobernadores no era total, por lo que la reducción de la circulación de personas apenas superó el 60%. Actualmente suma casi 200 mil casos y más de 13 mil muertes.

Ante el avance del virus en estados y capitales de las regiones Norte y Nordeste, distintos estados han decretado la cuarentena general obligatoria (allá denominado “lockdown”) y, a pesar de que hace algunas semanas se hablaba de flexibilizar, estados como Río de Janeiro y San Pablo han endurecido las medidas de confinamiento y no descartan el lockdown.

En San Pablo, donde se encuentra el epicentro del virus, las camas de terapia intensiva de la red pública están ocupadas en un 82% en la capital. En la Gran San Pablo la situación es todavía peor, y la ocupación de terapia intensiva llega hasta el 88%. En otros estados de la región Norte y Nordeste, así como en Río de Janeiro, la situación del sistema de salud es aún más dramática