El riego suplementario es un recurso tecnológico que permite a los productores sostener e incluso acrecentar el rendimiento de los cultivos, si es aplicado de manera correcta.

Para ello el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) recomienda realizar el balance hídrico del sistema agrícola para efectuar el riego cuando el cultivo lo necesita y con la cantidad de agua que requiere, independientemente del sistema de riego que se decida utilizar.

Por otro parte, "la información generada respecto a consumo de agua aporta herramientas fundamentales, para un manejo eficiente de las dosis de agua aplicadas a los cultivos", explicó Nicolás Boccardo, especialista en riego del INTA Manfredi, Córdoba.

De esta manera, conocer la demanda de agua de los cultivos y analizar el balance hídrico del suelo, en base a las precipitaciones efectivas y la capacidad de reserva útil de agua del suelo, definen las láminas de riego especificas requeridas para el cultivo. Esto permite "regar de manera sostenible, aportando sólo lo que el cultivo necesita y que no es suministrado por las lluvias", señalan desde el INTA.

Cabe destacar que el INTA cuenta con una herramienta diseñada específicamente para asistir a los productores, que ofrece el cálculo estimado del balance hídrico de los suelos hasta un metro de profundidad y una estimación del contenido hídrico hasta los dos metros de profundidad, en la zonas geográficas productivas.

Este producto desarrollado desde el Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, se encuadra dentro del SEPA (herramientas satelitales para el seguimiento de la producción agropecuaria), una plataforma que "tiene como objetivo generar y difundir productos derivados de la información satelital que sirvan para la toma de decisiones en el sector agropecuario", explican desde el Instituto.

A continuación un video brinda detalles sobre la herramienta y cómo acceder a ella:

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