Cuenca Matanza-Riachuelo: un sensor permitirá monitorear la calidad del agua
La iniciativa, a cargo de científicas y científicos del Instituto Leloir y Conicet, fue seleccionada por el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, en el marco del Plan Nacional de Argentina contra el Hambre.
Por Natalia Marchesi | 21-09-2021 03:00hs
Entre los 147 proyectos que se presentaron para financiar en la convocatoria "Ciencia y Tecnología contra el Hambre" del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, se seleccionó una propuesta que consiste en el desarrollo de un biosensor fácil de usar, portátil y accesible que posibilita la detección de contaminantes en el agua que consumen los habitantes de la Cuenca Matanza-Riachuelo.
Esta iniciativa es llevada adelante por científicas y científicos del Instituto Leloir y Conicet, quienes avanzan en su adaptación y validación, y se desarrolla en cooperación con la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), entidad estatal que se dedica a monitorear las fuentes de agua, especialmente las áreas que no están vinculadas al agua de red.
Al respecto, la líder del proyecto, Daiana Capdevila, quien además es ganadora del Premio Nacional L'Oréal-Unesco "Por las Mujeres en la Ciencia" 2020 en la categoría Beca y es jefa del Laboratorio Fisicoquímica de Enfermedades Infecciosas en la Fundación Instituto Leloir (FIL), explicó en declaraciones periodísticas que, dicho sensor cumple la función de detectar la presencia del contaminante por la producción de una molécula de una sustancia fluorescente que se 'sintetiza' si el contaminante está presente y se "enciende" una luz verde.
Además, permite detectar en media hora 15 contaminantes en agua, incluyendo metales como cobre, plomo, zinc y cadmio, varios tipos de antibióticos y hasta elementos presentes en maquillaje, y fue bautizado como "Rosalind" en honor a la científica Rosalind Franklin, quien cumplió un rol clave en el descubrimiento y caracterización de lo que hoy se conoce como ADN.
Rosalind fue desarrollada por Capdevila durante su estadía postdoctoral en la Universidad de Indiana, Estados Unidos, junto a colegas de la Universidad Northwestern y posee un costo económico por ser un sensor natural compuesto por un sistema bacteriano que muta de color verde si el agua posee compuestos tóxicos, o permanece del color original si no existen sustancias contaminantes presentes.
De cara al futuro, la científica y su equipo buscan extender el uso de Rosalind para detectar diferentes contaminantes nocivos para la salud como arsénico, nitrato y plomo, y determinar si la muestra de agua analizada resulta apta para consumo humano.
Con la mira puesta en tener listos los sensores en el campo de acá a un año, Capdevila expresó que "la falta de acceso al agua potable es un problema global y también afecta a un porcentaje de la población de nuestro país¨ por ello el desarrollo de este proyecto permitirá ayudar a resolver problemas de las argentinas y los argentinos".
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