Cultivos de servicio para afrontar el estrés térmico
Productores cordobeses apuestan a la Agricultura Siempre Verde y los beneficios sobre el suelo y el cultivo sucesor ante las elevadas temperaturas están a la vista.
Por Redacción El Agrario | 05-02-2022 09:00hs
Los cultivos de servicio (CS) promueven la sustentabilidad de los agroecosistemas desde muchos aspectos y cada vez son más elegidos por los productores, ante los numerosos servicios ambientales que brindan al sistema. Se destacan la cobertura del suelo, protección de la erosión y pérdida de nutrientes, control de malezas, secuestro de carbono, reciclado de nutrientes, aprovisionamiento y secuestro de nitrógeno, aumento de la infiltración de agua, aumento del potencial de colonización de micorrizas y aumento de la biodiversidad. En adición, en planteos mixtos, también pueden ser aprovechados como forraje.
Otro beneficio de los CS es su capacidad de disminuir la temperatura del suelo y el consecuente estrés térmico, ya que la presencia de rastrojos disminuye la temperatura superficial. Si bien este efecto en regiones frías puede ser perjudicial para los cultivos, en regiones cálidas es realmente positivo.
Este verano “de locos” es momento ideal para reconfirmar este último aspecto y que, una vez más, los CS son un gran aliado para nuestros sistemas. Dos miembros Aapresid de la Regional Monte Cristo, los Ing. Agrónomos Marcelo Scarzello y Marianela Rivelli, quien también es Asesora Técnica Regional, se adentraron en los lotes de maíz -casi derretido por la ola de calor- y compararon la temperatura del suelo en condiciones de antecesor barbecho químico (BQ) y CS.
Durante la semana del 10 al 15 de enero de 2022, Córdoba y el país se vieron afectados por una ola de calor inolvidable. Según datos de una estación meteorológica en Río Primero, las temperaturas máximas fueron superiores a los 40°C durante 7 días consecutivos (Tabla 1). Esta condición se sumo a las escasas precipitaciones acumuladas hasta la fecha en la campaña, generando un gran estrés para los cultivos, remarcaron los socios.
Scarzello y Rivelli destacaron que “para el cultivo de maíz, la conjunción de estrés térmico e hídrico, en etapas tempranas de su desarrollo puede afectar la funcionalidad del aparato fotosintético”. Como respuesta a las altas temperaturas, el cultivo produce el cierre de los estomas, interrumpiendo la transpiración y en consecuencia se eleva la temperatura foliar, agregaron.
Ante ésta situación, se plantearon algunos interrogantes: ¿qué temperatura alcanza el suelo en estas condiciones? Durante la noche, esa temperatura máxima alcanzada, ¿se logra disminuir? ¿Hay diferencias de temperatura entre un suelo con cobertura y un suelo desnudo o con BQ? Los diferentes CS, ¿ayudan a amortiguar el calentamiento del suelo, y por ende el cultivo tolera mejor el estrés?
Para dar respuesta a algunas de estas inquietudes, el día 15 de enero realizaron mediciones de temperatura de suelo en el ensayo de CS de la Regional Monte Cristo de Aapresid, en Capilla de Dolores (Córdoba). Tomaron datos por la mañana (8:30hs) y después del mediodía (12:30hs) en lotes de maíz que venían de BQ y de cuatro CS: vicia, centeno, y mezclas de vicia + centeno (50/50) y vicia + centeno (75/25).
Profundizando en la experiencia
Entre otros datos sobre el ensayo, se destaca que el cultivo antecesor estival (2020/21) fue soja y que el maíz actual se sembró el 23 de diciembre a 55000 pl/ha. Al momento de las mediciones el estado fenológico del mismo era V4. Por otro lado, los CS se sembraron el 17 de abril, con un distanciamiento de 21 cm. El primer secado de los mismos se realizó el 10 de septiembre y el segundo secado, el 19 de octubre. En cuanto a la variable climatológica que más preocupa en esta campaña Niña, desde las siembra de los CS hasta el momento de las mediciones, la precipitación acumulada fue de 282 mm.
Puntualizando en las mediciones, cabe destacar que fueron realizadas a una profundidad de 5 cm por debajo de la superficie del suelo, en 5 tratamientos (4 CS y el BQ) con dos repeticiones. Además, para las mismas se utilizaron dos termómetros (uno analógico y otro digital).
Una vez más, Agricultura Siempre Verde
Luego de analizar los datos, Scarzello y Rivelli observaron que aquellos lotes que provenían de un CS, presentaron temperatura de suelo inferior en comparación al lote que venía de un BQ. Mientras que a las 8:30hs la temperatura del suelo de las parcelas con CS estaba entre 1 y 2 °C por debajo del BQ, las diferencias se ampliaron después del mediodía, alcanzando entre 3 y 6°C por debajo del BQ a las 15:30hs.
“Las diferentes coberturas logran disminuir la temperatura del suelo y por lo tanto atenuar el estrés al que es sometido el cultivo”, concluyeron. Esta experiencia reafirma la importancia de mantener el suelo cubierto de cultivos vivos el mayor tiempo posible, lo cual aporta numerosos beneficios sobre la producción y el ambiente.
Fuente: Aapresid.
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