Luego de un ya castigado año en las exportaciones argentinas hacia el mercado europeo, el panorama vuelve a complicarse. De acuerdo a las exigencias que tiene la Cuota Hilton, la producción de carne debe darse necesariamente bajo dos condiciones principales: producción a pasto y sin confinamiento ni encierro de animales.

Los establecimientos que cumplen con estos requisitos son los autorizados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agropecuaria para ser proveedores de hacienda para la exportación a la Cuota Hilton. Ésta última representa un importante cupo de 29.500 toneladas de alto valor comercial que redunda en un ingreso de US$400 millones.

No obstante, durante el día de ayer el SENASA detectó irregularidades en más de 90 establecimientos y decidió dar de baja su habilitación por no haber cumplido con dichas normas. A esos establecimientos se les podrían sumar muchos más que están en una situación similar y referentes del sector afirman que eso podría devenir una merma de entre un 25% y un 30% de la disponibilidad de animales.

Sin pertenecer al registro de proveedores autorizados por el Servicio, los establecimientos estarán imposibilitados a enviar su mercadería al mercado. Mientras tanto, habría más de 200 establecimientos que están bajo observación. Se está evaluando principalmente si las plantas habilitadas tienen en realidad en sus campos feedlots que no cumplen con la alimentación a pasto desde el destete y están encerrados o confinados para ser alimentado.

La intención desde el sector ganadero siempre fue flexibilizar esos dos requisitos, permitiendo entonces aggiornar y actualizar los mismos y habilitar que los animales para exportar tengan confinación total o parcial y están alimentados por suplementos de alimento balanceado y/o concentrado de origen comercial o industrial. No obstante, hasta el momento quedó solo en intenciones.

En relación a esto ultimo, Dardo Chiesa, referente ganadero y coordinador de la Mesa de Enlace aseguró que uno de los principales objetivos del organismo era flexibilizar estos protocolos y habilitar el ingreso de animales terminados a grano al mercado europeo.

Por su parte, el Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores ABC se mostró muy consternado en el Canal Rural por la noticia y reflexionó sobre el efecto en cadena que tendrá esta en toda la cadena, disminuyendo considerablemente la posibilidad de comercializar. "En la industria estábamos esperanzados de comenzar (...) una negociación bilateral para avanzar en el tema (...) pero por el momento las negociaciones están paralizadas".

Ravettino explicó que Argentina trató de negociar este cambio de protocolo incansablemente pero los funcionarios europeos se mantuvieron en una negativa solida. Según el productor, a diferencia de el confinamiento del ganado, la suplementación en materia de alimentación podría ser una variable más cercana a la flexibilización pero el confinamiento es algo que "nunca van a permitir".

Sin embargo, la negociación quedó trunca y actualmente según Ravettino "están buscando alternativas para retomarla", tomando como una ventana para esto al acuerdo de la UE- Mercosur. Esto último sería significativo ya no sólo para la Argentina sino también para toda la región ya que tanto Uruguay como Brasil tienen restricciones similares.

El cumplimiento de la cuota, en tanto, está sujeto a variaciones: "Esperemos poder cumplir todo el cupo, yo a esta altura ya tengo mis dudas, va a quedar un saldo pequeño", declaró Ravettino en Canal Rural.

Los valores de la Cuota, por su parte, está sufriendo oscilaciones por la pandemia de COVID-19, en función de los cierres que se dieron en toda la cadena hotelera, de catering y gastronómica. "Empezamos el año a valores muy bajos, después volvimos a subir hasta tocar los 12 mil y hoy en día tenemos negociaciones de contratos que bajan a 11.6 mil / 11.3 mil", aclaró Ravettino y promedió que la cuota está en unos 11 mil dólares, lo que representa un numero atractivo pero "lejos del ideal" que se ubica entre los 19 mil / 20 mil.

Lo dispuesto por el SENASA forma parte de un grupo de regulaciones que bajan desde el Estado que no tienen el mejor recibimiento en el sector, que toma estas disposiciones como una "perdida de previsibilidad y trabas a la producción" y "no van en línea con lo que Argentina necesita", según Ravettino quien calificó estas medidas como "de carácter intervencionista".

Para finalizar, el productor y presidente del Consorcio dijo que están a la espera de ser convocados por el Gobierno Nacional para negociar la potencial continuidad del programa de carnes a precios populares que tiene un vencimiento el 31 de marzo.

Si te interesó esta nota, te sugerimos leer: Fuerte comunicado de CRA contra la modificación del impuesto a las ganancias para las empresas