El Foro Económico Mundial realizado en la ciudad suiza de Davos fue el escenario perfecto para ilustrar la inabarcable grieta entre quienes niegan los efectos del cambio climático y quienes bregan por medidas efectivas para garantizar la sustentabilidad del planeta. Cada parte estuvo representada por dos figuras: la activista sueca de 17 años,Greta Thunberg, reconocida por ponerle voz a la lucha ante la emergencia climática y el mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, quien es explícitamente negacionista del cambio climático.

La confrontación entre estas dos figuras fue uno de los sucesos más esperados. Si bien no se dió en forma de debate enfrentados, cada uno en sus discursos respondió a las afirmaciones del otro de manera puntual. La presencia de Thunberg en el Foro de Davos no es novedad, el año pasado participó y advirtió a los presentes que "la casa se estaba quemando, y que debían entrar en pánico", en alusión al planeta. Su frase del año pasado le sirvió de disparador para iniciar su discurso: "El año pasado les dije que quería que entraran en pánico (...) no que volvieran a como estaban antes,no que se apoyen sobre tecnologías que no existen y que la ciencia pone en duda que en algún momento existan", respondiendo al discurso previo de Trump en el que destacó que Estados Unidos "encontró respuestas a cosas que nadie creyó que iban a estar nunca" destacando grandes avances científicos como la penicilina y vacunas que "levantaron el standard de vida y salvaron a miles de personas en el mundo". El mandatario agregó que esos inventos no son nada en comparación "con lo que los jóvenes innovadores están desarrollando en la actualidad (...) que servirán para que billones de personas vivan más años, más felices y más saludables".

La activista sueca respondió a esto en su discurso: "No tenemos tiempo de esperar a nuevas tecnologías que bajen las emisiones (...) necesitamos enfrentar la situación ahora, juntos, con todas las cartas sobre la mesa", aseguró que estas son "solo palabras vacías, intenciones de emisión cero en un plano de proyección a futuro, solamente logradas a partir de la falsificación de las estadísticas y no con acciones reales", y siguió "no necesitamos un poco menos de emisiones o una falsa declaración de emisión 0, necesitamos que las cosas sucedan ahora, no en años o proyecciones a futuro con promesas insuficientes o soluciones que no están disponibles".

Trump, por su parte, calificó a los dichos de Thunberg como "pesimistas" en un momento de "alegría y optimismo", y sugirió a los presentes "rechazar a los profetas de la condena, profetas del apocalipsis", en relación a los activistas por la emergencia climática, y los comparó con los "videntes del pasado": "Nos quieren ver mal pero no vamos a dejar que eso pase, en los 60´nos predijeron una crisis de sobre población, en los 70´predijeron hambre masiva y en los 90´el fin del mundo" y siguió: "los alarmistas siempre exigen lo mismo, absoluto poder para controlar todos los aspectos de nuestra vida, no vamos a dejar que los socialistas radicales destruyan nuestra economía o que erradiquen nuestra libertad". Ante ese dicho, Greta en su discursó se desasoció de la lectura partidaria de Trump: "No es acerca de la derecha o la izquierda, desde la perspectiva de la sustentabilidad, la derecha, la izquierda e incluso el centro falló".

Thunberg reclamó la atención de los lideres mundiales frente a la falta de reacción de que Estados Unidos haya abandonado el Acuerdo de París a mediados del año pasado: "Abandona el acuerdo sin el enojo de nadie y debería molestarles por fallar a los acuerdos que ustedes firmaron, pero no parece molestar a la gente de poder". Trump, por su parte, pretendiendo mostrarse activo frente al cambio climático destacó que "Estados Unidos se complace en anunciar su participación en un plan para plantar 1 trillón de árboles" y prometió que "continuaran restaurando, haciendo crecer y administrando mejor los bosques y reservas naturales". Greta calificó a ese plan como insuficiente, "No queremos que le paguen a gente para que planten árboles en África mientras el Amazonas se prende fuego en una escala mucho mayor, no reemplaza el daño".

Mientras que Trump destacó orgulloso en su discurso que Estados Unidos tiene reservas ilimitadas de energía en combustibles que garantiza la fortaleza del "país y sus aliados europeos, que no tendrán que ser vulnerables a los proveedores de energía hostiles" (apuntando contra el Medio Oriente), Greta instó a las "compañías, bancos, instituciones y gobiernos a frenar las inversiones a la explotación y extracción de hidrocarburos";  "demandamos que corten inmediatamente con los subsidios a esas actividades", exigió Thunberg, "No queremos esto en 10 años, en 2030 o ni siquiera en 2021, lo queremos ya". "Demandamos a los más poderosos e influyentes lideres del mundo que comiencen a tomar acciones necesarias", afirmó sin titubeos la activista de 17 años, "La falta de acción enardece las llamas de la casa que se quema (...) deberán explicarle a sus hijos porque los enfrentaron a el caos climático que ustedes empujaron sin intentar transicionar a la sustentabilidad, renunciando. (...) Piensan que es muy deprimente, que la gente va a renunciar, pero la gente no va a renunciar, ustedes son los que están renunciando".

Los cruces, aunque ricos en materia de debate, parecen no tener conclusiones efectivas de parte de los principales lideres políticos y empresariales del mundo presentes en el Foro de Davos 2020. Sin embargo, la claridad y firmeza de las palabras de Greta Thunberg resonaron internacionalmente para concientizar acerca del cambio climático y la emergencia que representa