Con el discurso que brindó Sergio Massa ante los industriales argentinos quedó claro que, en las próximas elecciones, las opciones son profundizar el desarrollo mediante la asociación del Estado con la iniciativa privada, o volver a repetir fórmulas ya fracasadas en el pasado.

El Ministro de Economía y candidato presidencial, sin nombrarlos, descartó de plano las propuestas opositoras de derecha y de ultra derecha expresadas por Patricia Bullrich Luro Pueyrredón y Javier Milei, puntualizando que "los que plantean el abandono de nuestra moneda, plantean simplemente poner la bandera de otro país en la puerta del Banco Central y el Congreso argentino".

Massa describió las consecuencias catastróficas para el desarrollo industrial si nuestro país deja de tener su propia moneda.

También tuvo un singular párrafo relativo a la educación: "Dicen que a la pobreza se la combate con educación y comparto plenamente ese principio. Mi pregunta es, si cobramos la educación ¿cómo vamos a combatir la pobreza? Por eso creo en educación pública gratuita, de calidad e inclusiva. Y en el aumento del presupuesto educativo y universitario en la Argentina".

Este es el discurso completo de Sergio Massa:

Nuestros lectores y seguidores conocen perfectamente nuestra posición editorial a favor del trabajo y la producción nacional y sus respectivos actores.

Si usted es la primera vez que ingresa a El Agrario, se dará cuenta que apoyamos a Sergio Massa para Presidente de la Nación. No lo hacemos porque no tengamos críticas que hacer al actual gobierno, lo hacemos porque con Sergio Massa como presidente la Argentina puede seguir intentando progresar y encaminar su economía hacia el pleno empleo, el agregado de valor a la producción primaria y el desarrollo de las economías regionales.

Las otras dos propuestas con posibilidades de obtener el triunfo nos llevarían al pasado que no queremos repetir, una nos manda directo a la crisis del 2001, la otra nos manda a los años 90, pero del siglo 19, cuando la clase privilegiada manejaba a su antojo el país y el pueblo no tenía la más mínima posibilidad de expresar su opinión o influir en la política.

Sería bueno que los adultos mayores afiliados al Radicalismo les recuerden a los más jóvenes que su partido nació luchando contra ese régimen autoritario, antinacional y antipopular que expresaba la oligarquía de la "generación del 80". Sería bueno que muchos radicales pongan su corazón patriótico argentino por encima de sus diferencias históricas con el Peronismo y apoyen en octubre a Sergio Massa.

También sería muy bueno que los trabajadores, las trabajadoras y todas las personas que hoy gozan de una jubilación o una pensión, tengan en claro que si no gana Massa van a perder todos los beneficios que hoy tienen y que fueron el fruto de la lucha de miles y miles de militantes populares y de gobiernos nacionales y populares que trabajaron para aumentar los derechos ciudadanos.

FECHU, como siempre, nos invita a reflexionar:

La Argentina es un país maravilloso que debería poder garantizar a todos sus miembros una calidad de vida digna y un futuro de certidumbres. Pero como eso no ocurre, todos tenemos bronca. Y está bien tener bronca. La cuestión es si transformamos esa bronca en destrucción de lo que hoy tenemos o transformamos esa bronca en fe y esperanza en un futuro que indefectiblemente debemos construir entre todos los sectores políticos, económicos y sociales.

Nuestros artistas estimulan esa idea:

Tranformemos la bronca en FE y ESPERANZA.