El mosquito Aedes aegypti, no solo es el responsable de transmitir el virus del dengue, sino que también es portador de otras enfermedades conocidas como la fiebre amarilla, el zika y la fiebre chikungunya. Frente a la necesidad de combatir a este mosquito vector, el INTA Castelar, a través del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMYZA), desarrolló un biolarvicida para combatir a las larvas de este insecto, junto con el know how para avanzar en su industrialización.

Este producto es una formulación líquida, elaborado a base de Bacillus thuringiensis israelensis (Bti) para el control del mosquito transmisor del virus. Puede reemplazar o complementar productos comerciales de síntesis química y se encuentra disponible para ser licenciada a empresas interesadas en producirlo y comercializarlo.

Este biolarvicida respeta el cuidado del ambiente al ser inofensivo para el entorno en donde se aplica y es seguro, tanto para las personas como para los animales.

La particularidad de este biolarvicida es que respeta el cuidado del ambiente al ser inofensivo para el entorno en donde se aplica y es seguro, tanto para las personas como para los animales, puediéndolo incorporar en agua potable siempre que se respeten las indicaciones de las dosis recomendadas. Se puede utilizar de manera permanente ya que la radiación solar lo elimina del medio y una vez aplicado, su vigencia es de 10 o 15 días si está expuesto al sol y de hasta 30 días cuando los ambientes acuáticos son sombreados o semisombreados.

El director del IMYZA, Roberto Lecuona, explicó que si bien existen en el país productos biológicos similares, la novedad “es tener disponible para la industria un biolarvicida igualmente eficaz, como los mejores productos de importación, pero utilizando un protocolo de producción con insumos más económicos y de fácil acceso.”

En este sentido, Graciela Benintende, investigadora del IMYZA, expresó que ¨este bioinsecticida colabora con otras medidas de control para reducir las poblaciones del mosquito vector, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Salud.”

Según los especialistas, el control químico del vector debe realizarse con productos autorizados por la ANMAT junto con biolarvicidas para el control de larvas en la fase acuática. Adicionalmente, señalan que este tipo de productos son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establece que el éxito de los bioinsecticidas se basa en su eficacia y en la seguridad ambiental,además de indicar que los productos a base de Bti son seguros para ser utilizados en el control de larvas de mosquitos en ambientes acuáticos, incluyendo reservorios de agua potable.

Producción e industralización

Durante el brote de dengue del año 2009, se comprobó la efectividad de este biolarvicida y su persistencia en condiciones naturales, y se inició la transferencia desde el IMYZA de los protocolos de producción a una empresa privada. Actualmente, cuenta con potencial para su industrialización y se puede llegar a otros sectores interesados en este avance.

En este punto, el INTA brinda colaboración a las empresas o instituciones interesadas en la puesta a punto de protocolos de producción en pequeña escala, paso previo y necesario para el escalado y producción industrial.