La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) inició un operativo de fiscalización sobre los 154 frigoríficos más grandes del país. Los establecimientos investigados por la Dirección General Impositiva (DGI) son el 40% del total existente en el país, representan el 72% de la faena total, y registraron una facturación superior a los $250 millones anuales. En estos operativos fueron llevados a cabo en medio del conflicto entre el campo y el Gobierno por la suspensión de las exportaciones de carne vacuna, como medida para bajar el precio del producto en mostrador,

La AFIP inició distintas acciones a través de la DGI y la Dirección General de Aduanas (DGA) con el objetivo de detectar y desarticular maniobras de evasión, así como aquellas operaciones de exportación diseñadas para no liquidar la totalidad de las divisas. La DGI lleva adelante las acciones de fiscalización que apuntan a garantizar que los distintos eslabones de la cadena productiva cumplan con sus obligaciones tributarias. La DGA lleva adelante controles que no solo permiten evitar maniobras evasivas de los exportadores de carne sino que también apuntan a asegurar el correcto ingreso de divisas generadas por las ventas al exterior.

Los controles abarcaron a los distintos eslabones de la cadena productiva para verificar que cumplan con sus obligaciones tributarias. Cabe destacar que Aduana, durante la semana pasada, realizó operativos en los que multó a 19 frigoríficos exportadores por irregularidades encontradas.

En los operativos, realizados desde abril, participan más de 190 inspectores de la DGI en forma presencial; los mismos continúan a través de la modalidad digital. Los procedimientos abiertos otorgan a los inspectores un plazo de hasta 120 días para relevar documentación de las firmas. El monto de las infracciones y las multas, serán determinados al finalizar los procedimientos

Los frigoríficos fiscalizados por la DGI están distribuidos por todo el país pero la mayoría de los casos con irregularidades, corresponde a plantas emplazadas en el área metropolitana de Buenos Aires y las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.

En el marco de estas fiscalizaciones, se detectaron también un grupo de matarifes que recurren a sociedades y personas humanas sin capacidad operativa, técnico económica y financiera para desarrollar sus actividades. Se trata de empresas que comercializaron un total de 582.000 cabezas de ganado entre 2018 y 2020.

Una de las hipótesis de trabajo, exploradas por los inspectores de la DGI, es que los matarifes, sin capacidad económica que recurren al uso de facturas apócrifas, constituyen una pantalla para algunos frigoríficos que les permite evadir impuestos y generar créditos fiscales ficticios.

Principales maniobras de evasión

• Subfacturación de compras: peso y precios declarados en la documentación por debajo de los valores vigentes en la plaza así como la declaración de compra de animales de menor valor a los que realmente se comercializan.
• Compras no declaradas: operaciones con productores que no están registrados y operaciones con productores registrados que no son declaradas (animales que son movilizados formalmente pero que luego no figuran en las declaraciones).
• Utilización de facturas apócrifas: operaciones con comprobantes apócrifos, compras a productores que desconocen la transacción (facturas duplicadas), facturación de servicios inexistentes para equilibrar débitos y créditos ante ventas de carne omitidas.
• Subfacturación de ventas: operaciones facturadas a precios por debajo de los del mercado y/o con menores cantidades declaradas.
• Empleo no registrado: informalidad y precarización en las distintas etapas de la cadena productiva. Pagos de complementos de salarios no registrados y subdeclaración de los horarios de trabajo.

Fuente: DGI – AFIP: Informe Ejecutivo “OPERATIVO FRIGORIFICOS”.

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