En los últimos días el presidente estadounidense, Donald Trump, ha vuelto a insistir con sus planes de reapertura de la economía. “Hemos hecho todo bien, pero ahora es tiempo de volver a trabajar” dijo este martes, antes de partir hacia una fábrica de barbijos en Arizona. Trump se jactó del camino adoptado y las recomendaciones sobre distanciamiento social: “Si hubiéramos hecho esto de otra manera, habríamos perdido más, mucho más de dos millones de personas”.

A mediados de abril, Trump presentó las directrices de lo que dió en llamar “Abriendo América otra vez” (aludiendo al “Make America great again” de la campaña electoral de 2016). En ese plan de reapertura se establece que los estados podrían relajar las medidas de confinamiento una vez que muestren 14 días de caída en el número de contagios.

Según el diario New York Times, a nivel nacional 27 estados han relajado las medidas a partir del lunes y otros ya habían anunciado cambios en las próximas semanas. Sin embargo, sólo 20 de esos estados cumplen con los criterios sugeridos por la administración Trump. Ello no ha impedido que el presidente continúe presionando a los gobernadores por la reapertura de la economía.

Además, el gobierno anunció que a partir de fines de mayo comenzará a desarmar el comité de expertos creado para la COVID-19 que cuenta con la presencia de Anthony Fauci, considerado el epidemiólogo más prestigioso del país. Fauci ha sido convocado a testificar ante el Congreso sobre la respuesta del gobierno al coronavirus, aunque de momento su testimonio ha sido bloqueado por Trump, en una polémica maniobra denunciada por los opositores

Al miércoles, Estados Unidos contabilizaba 72 mil muertes por coronavirus y 1,2 millones de infectados. En las últimas 24 hs registró 2.333 muertes, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins. Con una población de 328 millones, Estados Unidos es por lejos el país con más contagios en el mundo, aunque por millón de habitantes se ubique por detrás de España, Bélgica e Irlanda.

Al tiempo que el estado de Nueva York, el más afectado por el virus, reduce las cifras de nuevos contagios como fruto de duras medidas de restricción, otros estados han comenzado a registrar aumentos. El resultado es una curva de casos diarios a nivel nacional estabilizada. Sin embargo, al analizar los datos sin Nueva York resulta evidente que el virus se está expandiendo por el resto del país, incluyendo grandes ciudades y condados rurales anteriormente libres del virus.

Por ello, y ante el relajamiento de las medidas, muchos temen que la transmisión se intensifique, dando lugar a una segunda ola de COVID-19 en Estados Unidos.