Si nos remontamos a la Declaración del Director General de la ONU Migración (OIM), William Lacy Swing en el Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre de 2017, cada año millones de personas dejan sus hogares en el campo y migran hacia centros urbanos tanto dentro de sus propios países como afuera. Algunas de estas personas simplemente se desplazan para buscar nuevas oportunidades y mejorar sus vidas. Otras se ven forzadas a huir debido a conflictos o a desastres de inicio lento o repentino, tales como sequías, inundaciones o aumentos en los niveles de las mareas, los cuales a menudo son exacerbados por el cambio climático y el estrés medioambiental.

En Argentina, las grandes ciudades sufren un grave déficit habitacional y en el interior muchos huyen de pueblos y campos, donde sobran las viviendas, en busca de una vida mejor. Por lo menos, es lo que buscan: progresar.

En este contexto, en nuestro país la población rural se redujo cerca del 30%, en 50 años y yendo específicamente a la provincia de Corrientes, el registro es de casi el 50%. Es la segunda provincia con mayor pérdida de población rural del país.

Historial correntino

En el año 1960, Corrientes tenía 337.868 habitantes rurales, y en el año 2010, tenía 170.315, lo que demuestra una reducción del 49,5%.

Con estos números, la provincia supera en casi veinte puntos porcentuales el promedio de descenso de la población rural nacional del 29,9% en cinco décadas y el descenso de la región NEA de 26,6, convirtiéndose en la segunda con mayor porcentaje de pérdida de población rural entre 1960 y 2010, solo superada por Entre Ríos, que experimentó un descenso del 56,8%.

En las provincias del norte argentino 1.655.635 habitantes residen en el ámbito rural, lo que supone casi la mitad de la población rural de la Argentina (45%) según un informe de Unicef en base al último relevamiento censal del año 2010.

El NOA con 930.220 habitantes presenta un mayor peso relativo en comparación con el NEA, que suma por su parte los 725.415 restantes.

En el caso del NEA, se destaca claramente la provincia de Misiones con casi 300.000 habitantes en el contexto rural, mientras que Formosa es la que tiene menor representación. Chaco y Corrientes, con un volumen casi equivalente de población rural, se hallan en un punto intermedio dentro de la región.

De acuerdo al relevamiento del censo 2010, Corrientes tenía un total de 170.315 habitantes en el ámbito rural, lo que representa el 17,1% de la población total.

Del total de la población rural de Corrientes, 35.770 personas viven en las pequeñas localidades de menos de 2.000 habitantes (ámbito rural agrupado) y 134.545 en áreas con población situada en campo abierto.

Si se observa la evolución en los últimos 50 años, en las jurisdicciones del norte ha disminuido la cantidad de habitantes pertenecientes al ámbito rural.

En el NOA las que experimentaron una mayor reducción fueron Jujuy y La Rioja (28,6% y 37,8%, respectivamente) mientras que el resto de las provincias oscila entre el 10% y el 20%.

En el caso del NEA, Chaco y Corrientes son las jurisdicciones que tuvieron una mayor contracción de la población rural (entre 40% y 50%), Formosa lo hizo en menor medida (19,9%) y Misiones se destaca por ser la única jurisdicción en el contexto del norte argentino que ha visto crecer el volumen de su población rural entre 1960 y 2010 (17,6%).

Censo 2020 postergado por la pandemia

La Ley 27.541 que fue ampliada por Decreto debido a la pandemia de COVID-19, establece la emergencia sanitaria por el plazo de un año hasta el 12 de marzo de 2021. Incluso la actividad podría postergarse hasta el 2022.

“Debe tenerse en cuenta que la declaración de la pandemia de COVID-19 ha afectado el normal desarrollo de las actividades que componen el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas durante el año 2020, y que la consecuente demora en la que se incurra podría modificar el cronograma de actividades llevándolo al año 2021 o al subsiguiente, teniendo en cuenta el calendario electoral previsto para la segunda mitad del año 2021, con el fin de no superponer o entorpecer la planificación y desarrollo del sufragio en el territorio nacional con las actividades censales”, se informa en uno de los considerandos del documento.

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