En Argentina, el drama del trabajo infantil se disparó en los últimos meses. La pandemia de Covid-19 deja sus secuelas también en los mercados laborales y el trabajo infantil no es ajeno a esto, Tal es así, que en Argentina, según los datos más recientes de la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes, 1 de cada 10 niños, de entre 5 y 15 años y, 3 de cada 10 adolescentes de entre 16 y 17 años realiza tareas orientadas al mercado. De ese total, 1 de cada 2 comenzó a hacerlo durante el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) que se estableció en respuesta a la pandemia.

Frente a este aumento, donde la pandemia empujo a más niños a salir a trabajar, Juan Brasesco, titular de la Comisión Provincial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (Copreti Bs. As), anticipó a este medio el trabajo de monitoreo que desde la cartera de Ministerio de Trabajo bonaerense, junto al Ministerio Desarrollo Agrario, la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) y el Registro Nacional de  Trabajadores del sector, Renatre se lleva a cabo.

Es una realidad incontrastable que existen en el campo cientos de miles de familias trabajadoras condenadas a condiciones indignas de vida, sin acceso a la vivienda y hasta en ocasiones sin poder garantizarle el mínimo sustento para sus hijos”.

La iniciativa se desarrollará con apoyo del proyecto de "Offside: ¡marcando la cancha!" (de la Organización Internacional del Trabajo, OIT), y en junio, el Gobierno bonaerense pondrá en marcha el Sistema Integral de Información geolocalizada de gestión, evaluación y monitoreo de la problemática, que en la Argentina alcanza a uno de cada diez niños y niñas, proporción que se duplica en las áreas rurales y se eleva a ocho de cada diez en algunas "áreas críticas".

Consultado sobre esta problemática donde las peores formas de trabajo infantil y adolescentes se encuentran concentradas en zonas periurbanas del sector hortícola, José Voytenco, titular de UATRE y presidente del RENATRE, expresó: “Es una realidad incontrastable que existen en el campo, cientos de miles de familias trabajadoras condenadas a condiciones indignas de vida, sin acceso a la vivienda y hasta en ocasiones sin poder garantizarle el mínimo sustento para sus hijos”.

A fin de identificar niñas y niños en riesgo

El nuevo Sistema Integrado de Identificación y Registro de Trabajo Infantil (Siriti) consistirá en un conjunto de procesos, herramientas e instrumentos organizados y articulados entre sí, a fin de identificar a niñas, niños y adolescentes en riesgo o vinculados en las peores formas de explotación, y formalizar su atención a través de proyectos y servicios.

Tal como explicó Brasesco, la Copreti continuará impulsando este año el despliegue de nuevos Espacios de Gestión Sectorial del trabajo infantil, por lo general en lugares periurbanos o rurales con poca cobertura de servicios a las familias y población migrante.

Durante 2020 se equiparon 10 Espacios de juego y recreación para contención de niños y niñas en áreas críticas (en La Plata, Chapadmalal, Florencio Varela, Almirante Brown, Berazategui, etc.) y se prevé sumar otros 20 este año.

Un grupo etario donde el nivel de participación en actividades productivas el del 44% para la región pampeana, con un bajísimo nivel de registración, cercano al 1% en áreas urbana y casi inexistente en áreas rurales.

De esta manera, la comisión proyecta, además, fortalecer el Sistema de Inspecciones frente al Trabajo Infantil y Adolescente, reforzar las delegaciones regionales y la acción de los agentes de políticas públicas de Niñez, Educación y Salud, con vistas a la prevención y erradicación de esas prácticas de explotación laboral.

En ese sentido, Brasesco indicó que una de sus misiones consiste en proteger el trabajo adolescente, "un grupo etario donde el nivel de participación en actividades productivas es del 44% para la región pampeana, con un bajísimo nivel de registración, cercano al 1% en áreas urbana y casi inexistente en áreas rurales". Lo cual se traduce en "los niveles de accidentes más altos, por la peligrosidad de las áreas asumidas".

“Los chicos y chicas tienen que ir a la escuela, en su infancia tienen que poder jugar y socializar con sus pares, no con los adultos y en un ámbito laboral. Y desde la UATRE y el RENATRE vamos a seguir trabajando sin descanso hasta que logremos eliminar de nuestro campo la vergüenza del trabajo infantil, la trata de personas y el trabajo en negro”, indicó  Voytenco sobre el compromiso asumido en la lucha por esta problemática.

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