En una charla de capacitación a periodistas agropecuarios de la provincia de Buenos Aires el especialista Dr. Marcelo Carmona, profesor titular plenario de la cátedra de Fitopatología de la FAUBA (Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires), planteo el panorama sobre el aspecto sanitario del cultivo de trigo.

Carmona explicó ante los periodistas de ABOPA (Asociación Bonaerense de Periodistas Agropecuarios) que esta campaña va a ser mayor y eso implica mayor exigencia de protección.

En los últimos años se vio que las enfermedades aparecen más temprano o más tarde de lo acostumbrado; o se presentan súbitamente como la roya amarilla desde hace unos tres años, con lo cual el productor tuvo que aprender a manejarla. También las enfermedades empezaron a demostrar resistencias a ciertos fungicidas por lo que se hace más complejo el panorama a los productores y técnicos.

Entre sus observaciones, el especialista mencionó algunas sugerencias para mejorar el curado de las semillas. Es común que el productor al ver la semilla coloreada dé por hecho el control total de las enfermedades que pueden acompañarla y puede no ser así.

Veamos: en la hendidura de la semilla, si uno la observa detenidamente puede ver zonas no coloreadas, es decir donde no ha llegado el producto; por lo tanto podemos encontrar en el lote, por ejemplo, carbón volador, enfermedad que tendría que haber sido eliminada fácilmente por el tratamiento, o manchas. Una de las causas puede ser por la falta de tiempo del curado, otras veces también las dosis inadecuadas; entonces la primera materia pendiente es la eficiencia de los tratamientos, incluso los profesionales, que necesitan de una mayor dedicación de la que están teniendo. Es común ver malos tratamientos por falta de dosis, desuniformidad,  homogeneidad en el curado.

Otra materia pendiente es por parte de los semilleros que no acompañan un informe de la sanidad de lo que venden. A veces se aplican ciertos fungicidas curasemillas que no cubren los principales problemas que pueden tener la semilla.

Al respecto, a título de sugerencia, Carmona comentó que sería importante que los semilleros y las malterias informen, no solo de los atributos genéticos, vigor hibrido, etc., sino también del nivel de infestación que la puedan acompañar para que el productor pueda decidir su tratamiento.